Tal como dice el título de esta noticia este pequeño de tan solo 11 días, murió por los besos de su madre Ruth. ¿Le dió demasiado amor? ¿O será que hasta demasiados besos puede matar a un bebé?Claro que no, no fue el acción de besarlo, sino que mediante éstos su madre de 35 años, sin saberlo, le contagió el virus de Coldosore o virus del herpes simple (VHS). De modo que con unos cuantos besos el virus atacó sus órganos principales en poco tiempo. Hoy, tres años después de aquella tragedia, Ruth sigue destrozada.
Aunque tiene otra hija de 16 años, piensa una y otra vez que Jennifer seguiría viva si alguien le hubiese advertido de lo letal que era ese virus, que mata cada año a seis bebés en el Reino Unido.Ruth se había infectado en la última etapa de su embarazo, pero al principio no lo sabía. De hecho, sus síntomas eran de gripe. Dos días después de que naciera Jennifer, a finales de noviembre de 2006, fue tratada por una úlcera en la boca, pero siguió tratando a su bebé de forma normal. Le besaba y le amamantaba.
Sin embargo, pronto se dio cuenta de que el bebé no se alimentaba bien y empezó a enfermar. A los ocho días le hicieron unas pruebas en un centro de salud de Lancaster. Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente y el bebé murió a los tres días.
Ruth ha enviado esta semana al primer ministro británico, Gordon Brown, un escrito en el que le exige más información para que no vuelvan a repetirse casos de este tipo.
Fuente: Que.es, Agencias
Aunque tiene otra hija de 16 años, piensa una y otra vez que Jennifer seguiría viva si alguien le hubiese advertido de lo letal que era ese virus, que mata cada año a seis bebés en el Reino Unido.Ruth se había infectado en la última etapa de su embarazo, pero al principio no lo sabía. De hecho, sus síntomas eran de gripe. Dos días después de que naciera Jennifer, a finales de noviembre de 2006, fue tratada por una úlcera en la boca, pero siguió tratando a su bebé de forma normal. Le besaba y le amamantaba.
Sin embargo, pronto se dio cuenta de que el bebé no se alimentaba bien y empezó a enfermar. A los ocho días le hicieron unas pruebas en un centro de salud de Lancaster. Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente y el bebé murió a los tres días.
Ruth ha enviado esta semana al primer ministro británico, Gordon Brown, un escrito en el que le exige más información para que no vuelvan a repetirse casos de este tipo.
Fuente: Que.es, Agencias
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