QUITO, (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo hoy tener pruebas de que se intentó involucrar a su Gobierno con el llamado “caso Ostaiza”, sobre tres hermanos presuntamente vinculados con el narcotráfico.
Según Correa, grupos que aparentemente buscan desestabilizar al Gobierno pretenden involucrar a su administración con ese escándalo debido a que no quieren que se realicen las elecciones generales del próximo 26 de abril, en las que él busca la reelección.
El jefe de Estado señaló que si la oposición crea una trama de “narcopolítica” y se consigue un testaferro que diga que le dio medio millón de dólares de los Ostaiza y la gente cree, “pueden bajar mucha popularidad del Gobierno y ahí sí dar un golpe de Estado o algo así".
“Muy atentos, se los digo con conocimiento de causa- tenemos las pruebas de que se intentó utilizar a una persona para que declare contra el Gobierno en el 'caso Ostaiza', para tratar de involucrar al Gobierno”, señaló.
Recordó que los rumores de la vinculación con el narcotráfico nacieron de la aceptación de José Ignacio Chauvín, ex subsecretario del Interior, de que era amigo de los Ostaiza, supuestamente vinculados con el narcotráfico, aunque éste ha negado cualquier relación con casos de tráfico de drogas.
Chauvín, ahora detenido, es investigado por mantener vínculos con una red de supuestos narcotraficantes, que presumiblemente traficaban con droga proporcionada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además, Chauvín ha ratificado ante la Fiscalía que se reunió en siete ocasiones con el fallecido ex número dos de las FARC “Raúl Reyes”, en el marco de las negociaciones para el intercambio humanitario de rehenes.
Correa indicó hoy que en su intervención en el Foro Parlamentario Latinoamericano en Cuenca, el pasado jueves, al alertar que la democracia ecuatoriana estaba en peligro, “no fue por gusto".
Caso Perenco y Repsol
QUITO, (AFP) .- Ecuador no permitirá que las petroleras Repsol de España y Perenco de Francia jueguen con el gobierno y no paguen deudas por unos 800 millones de dólares en impuestos atrasados, advirtió el sábado el presidente Rafael Correa.
Quito dio plazo a las petroleras hasta el próximo jueves para que cumplan sus obligaciones o de lo contrario pueden ser embargados sus bienes.
"No han querido pagar solo dos compañías, Perenco y Repsol, y se les ha aplicado la coactiva. Con Ecuador no se juega y menos con el gobierno", declaró el mandatario en su programa semanal de radio y televisión.
Según Correa, grupos que aparentemente buscan desestabilizar al Gobierno pretenden involucrar a su administración con ese escándalo debido a que no quieren que se realicen las elecciones generales del próximo 26 de abril, en las que él busca la reelección.
El jefe de Estado señaló que si la oposición crea una trama de “narcopolítica” y se consigue un testaferro que diga que le dio medio millón de dólares de los Ostaiza y la gente cree, “pueden bajar mucha popularidad del Gobierno y ahí sí dar un golpe de Estado o algo así".
“Muy atentos, se los digo con conocimiento de causa- tenemos las pruebas de que se intentó utilizar a una persona para que declare contra el Gobierno en el 'caso Ostaiza', para tratar de involucrar al Gobierno”, señaló.
Recordó que los rumores de la vinculación con el narcotráfico nacieron de la aceptación de José Ignacio Chauvín, ex subsecretario del Interior, de que era amigo de los Ostaiza, supuestamente vinculados con el narcotráfico, aunque éste ha negado cualquier relación con casos de tráfico de drogas.
Chauvín, ahora detenido, es investigado por mantener vínculos con una red de supuestos narcotraficantes, que presumiblemente traficaban con droga proporcionada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además, Chauvín ha ratificado ante la Fiscalía que se reunió en siete ocasiones con el fallecido ex número dos de las FARC “Raúl Reyes”, en el marco de las negociaciones para el intercambio humanitario de rehenes.
Correa indicó hoy que en su intervención en el Foro Parlamentario Latinoamericano en Cuenca, el pasado jueves, al alertar que la democracia ecuatoriana estaba en peligro, “no fue por gusto".
Caso Perenco y Repsol
QUITO, (AFP) .- Ecuador no permitirá que las petroleras Repsol de España y Perenco de Francia jueguen con el gobierno y no paguen deudas por unos 800 millones de dólares en impuestos atrasados, advirtió el sábado el presidente Rafael Correa.
Quito dio plazo a las petroleras hasta el próximo jueves para que cumplan sus obligaciones o de lo contrario pueden ser embargados sus bienes.
"No han querido pagar solo dos compañías, Perenco y Repsol, y se les ha aplicado la coactiva. Con Ecuador no se juega y menos con el gobierno", declaró el mandatario en su programa semanal de radio y televisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario