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Que la vista no lo engañe. Las imágenes no se repiten en todo Santo Domingo. Es más, se puede decir que es sólo una parte, no obstante al hecho de que en el país- y principalmente en la ciudad- viven más de 800 mil personas discapacitadas, según cifras actualizadas en julio del año pasado.
Ciegos y personas en sillas de ruedas viven una travesía al andar en una ciudad donde, quizás por ignorancia, pero en violación a la ley, las aceras son obstruidas con postes de luz mal colocados, árboles, carros, motores, o simplemente son sustraídas por los dueños de las construcciones, pese a que la Ley 241 sobre Tránsito de Vehículos claramente especifica que “las aceras son para uso exclusivo de los peatones”.
Se observan avances, principalmente en la zona céntrica.
LISTÍN DIARIO ha confirmado el cambio y lo ha hecho durante un recorrido en el que encontró que las aceras reconstruidas disponen de rampas y también innovaciones en las nuevas construcciones, por ejemplo, el puente peatonal que se construye en la intersección de la avenida 27 de Febrero con Ortega y Gasset, el cual según Leonel Carrasco, director de comunicaciones del Metro de Santo Domingo, es un paso a desnivel hecho a la luz de los lineamientos que imperan en Europa y Estados Unidos.
“Es más versátil y aunque cubre más espacio, es mejor. En Bogotá hay centenares que tienen una rampa suave para que las embarazadas, los envejecientes y quienes tengan un impedimento motor, y tengan derecho a acceder a transitar de forma segura. Además, se gasta menos energía a diferencia de los escalonados, donde cada vez que se sube un escalón hay que cargar con el peso propio”, detalla.
“Hablan de la biblioteca de la UASD, que tiene rampas y acceso para discapacitados.
Ahora, yo pregunto: ¿Se coge clases en la biblioteca? ¿Tienen todos los otros edificios rampas igual?”, contesta Kenia Peña, encargada del servicio de integración laboral de la Red Iberoamericana de Personas con Discapacidad Física.
Para la experta en sentido general el fallo de la ciudad está en que los ayuntamientos no respetan la Ley de Municipalidad, la cual contempla que en su presupuesto los cabildos tienen que consignar la creación de rampas para acceso a los espacios públicos, como parques e instituciones.
“El caso es peor cuando se piensa en los no videntes que fácilmente pueden tener un accidente porque mientras caminan no pueden ver si le falta la tapa a un conducto de alcantarillado”, declara.
Aunque un estudio hecho por la firma Gallup, por encargo del Ministerio de Trabajo, indica que de 400 empresas de la ciudad, 320 empresas no han tenido que realizar adecuaciones para albergar personas discapacitadas, la representante de la Red juzga que la ciudad sigue teniendo un nivel bajo en términos de accesibilidad dentro de toda la región.
RECOMENDACIONES DEL LEVANTAMIENTO
Cuatro recomendaciones hacen los científicos que elaboraron el levantamiento ordenado por el Ministerio de Trabajo el año pasado para conocer la realidad de los discapacitados. Una de ellas es incrementar la cantidad de acuerdos con las empresas para que se mejoren las infraestructuras, es decir, edificios que albergan a las personas con discapacidad.
Otra es hacer una campaña publicitaria que destaque las virtudes y bondades que la Ley de discapacidad ofrece a las personas, la cual debe ser principalmente ejecutada por el órgano rector del tema que es el Conadis (Consejo nacional de Discapacitados).
Y también llama al gobierno a aumentar la cantidad de programas que incentivan el desarrollo del segmento.
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