La piel es uno de los puntos de mayor placer en el cuerpo humano, ya que está cubierta de receptores nerviosos, así que las oportunidades para disparar los puntos de placer de la pareja no tienen fin. Solo con que la otra persona nos toque ya nos podemos hacer una idea muy exacta del placer sexual que será capaz de darnos.
El cerebro es otro de los puntos de placer sexual más importantes, ya que es el que contrrola la producción de la hormona dopamina en el cuerpo. Cuanto más se estimula mentalmente a alguien, más dopamina produce su cuerpo, disminuyendo así también sus inhibiciones.
La boca, sea cual sea su forma, nos estimula sexualmente solo con verla, ya que nos sugiere el placer que nos puede dar. Aparte de por sus movimientos, nos seduce por todo lo que nos puede proporcionar: esa respiración, esos gemidos y esas palabras sugerentes que son capaces de volver loco a cualquiera.
Y también debemos tener en cuenta, para finalizar, uno de los puntos del cuerpo que menos atendemos, y que nos puede proporcionar un gran placer sexual: los pies. Un buen masaje que nos ayude a relajar la tensión acumulada en la zona puede ser el preludio de una gran relación sexual llena de placer.
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