Fuente:nutricion.pro.-Una ración de 200 g. de esta verdura, aporta 56 calorías y toda la cantidad de vitamina A y C que requerimos a diario,
la mitad del hierro que nuestro cuerpo necesita y casi una tercera
parte del calcio que precisamos. Cuanto más oscuro es el verde de las
acelgas, mayor es la concentración de betacarotenos, unos pigmentos de
color naranja que, aunque quedan camuflados bajo el verde de la
Clorofila, nos ayudan a mantener un buen tono de piel, proteger la salud
de los bronquios y a mantener una vista de lince.
Si se toma
cruda, aprovecharás mejor los nutrientes. Ricas en vitaminas y
minerales, además de suavemente laxante, las acelgas son una excelente
fuente de glucosa para el cerebro y los nervios. Si las consumes a
mediodía, todavía mantendrán sus efectos a media tarde.
Por
su capacidad de desinflamar y mejorar el estado de la mucosa digestiva,
esta verdura mejora los síntomas de la gastritis. Por su aporte en
fibra y en magnesio y su notable efecto emoliente, también es útil en
caso de estreñimiento. Las hojas cocidas aplicadas en frío a modo de
cataplasma, reducen las hemorroides.
La acelga contiene el trío de vitaminas de mayor acción antioxidante: la vitamina E, la C y la A. Cocida al vapor y aliñada conaceitede
oliva, este sencillo y remineralizarte planto, ayuda a reducir el
riesgo de sufrir un ataque al corazón –un beneficio al que se suma la
acción protectora del magnesio- y de padecer cáncer.
Precisamente
por su considerable porcentaje en vitamina C, el hierro presente en las
acelgas se absorbe mejor que otros vegetales, como las lentejas,
siempre y cuando se preparen al vapor o salteadas en la sartén en
lugar de hervidas. En caso de anemia acompáñalas con un buen bistec o de
unas sardinas.
Cataplasmas: En uso interno son
depurativas, diuréticas y laxantes, como remedio externo los ungüentos
tibios de hojas de acelga cocidas y chafadas contribuyen a curar el acné
y las quemaduras de la piel. En frío, esta misma cataplasma alivia
las molestias de las hemorroides.
Hemorragias: Son
ricas en vitamina K, imprescindible para la formación de la sangre, por
lo que resultan muy útiles para combatir los problemas de coagulación
sanguínea.
Estreñimiento: Por su riqueza en fibra, las hojas de
acelga son suavemente laxantes. Para beneficiarse de sus efectos,
tómalas dos o tres veces por semana.
Embarazo: Son ricas en hierro y especialmente en ácido fólico, que ayuda a prevenir malformaciones como la espina bífida en los bebés.
Problemas urinarios:
Diurética y depurativa, la acelga ayuda a mejorar los problemas de los
riñones y de las vías urinarias. Además de aumentar el volumen de la
orina, alivia las irritaciones de estos órganos.
Hipertensión:
Contienen potasio, el mineral que contrarresta la acción del sodio en
el organismo. Por esta razón es muy recomendable en caso de presión
arterial alta.
Las hojas externas de la acelga son las que contienen más vitaminas (hasta 50 veces más que las interiores)
Algunos vegetales, entre ellos las espinacas, las acelgas, la col, la remolacha y el rábano, no deberían recalentarse una vez cocinados, debido a su alto contenido en nitratos. Cuando se vuelven a calentar se transforman en sustancias nocivas.
jueves, 31 de mayo de 2012
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