jueves, 7 de mayo de 2015

Experta sostiene hay que creerle al niño ante sospecha de abuso sexual.


Alaiska Cuevas/z101digital.com
Ante la confesión que haga un niño de que ha sido abusado sexualmente siempre hay que darle la razón al infante, sostuvo este miércoles la doctora Fiordaliza de Jesús, al participar como invitada del programa "En Familia Desde La Z".
La psicóloga clínica explicó que aunque no hay un perfil concreto, el abusador de los niños es una persona que sueleser amigas de la familia, de quien los padres o tutores no sospecharían nada malo hacia sus crías.
Alertó que dos tercios de los abusadores son conocidos por el medio familiar, y que en algunos casos podría tratarse de un abuelo, un padrastro, un hermano o alguien muy cercano.
Al describir algunos rasgos de la conducta de estos individuos que se aprovechan de la inocencia de los niños, dijo que son personas que se hacen indispensable en la casa, "dan cariño, regalos, dulces, les gusta abrazar y estar cerca de los niño" .
Precisó que el abuso infantil se da con más frecuencia en hogares rotos, disfuncionales, familias aglutinadas y clase media marginada.
La experta en educación especial e inicial reveló que en las consultas los casos de abuso sexual infantil son más frecuentes en niñas que en niños.
La doctora Fiordaliza destacó que los infantes más vulnerables son aquellos más frágiles emocoionalmente, los más inestables y tímidos
"Son más propensos para que esas personas que no son adecuadas detecten estos tipos de niños y los abusen", subrayó.
Ambiente del niño abusado
Al esbozar la atmósfera de los niños y niñas abusados, la experta en conducta humana refirió que suelen ser menores que se crian "solos", cuyos padres no pueden darle mucho afecto ni trabajar su autoestima.
Dijo que la debilidad emocional crea esa condición de niño vulnerable e inestable, producto del descuido de sus tutores.
La doctora Fiordaliza de Jesús recomendó a los oyentes educar a sus niños y niñas sobre las alarmas internas que ayudan a prevenir que sean abusados sexualmente.
Sugirió que se oriente a los niños a no dejar que nadie que no sea mamá o su tutora desabotone su ropa o baje su cremallera ("zipper").
Además, la especialista recomendó a los padres enseñar a sus niños a bañarse a partir de los seis años, porque esta es la edad en la que los impulsos sexuales empiezan a florecer, principalmente en los varoncitos.
Asimismo, la doctora de Jesús exhortó a los radioescuchas acostar a sus infantes en camas diferente, siempre que se pueda, y ponerle límite a los familiares.
"La familia saludable necesita algunas fronteras (...) no debemos suponer que porque somos familia se pueden tirar todos esos muchachos a dormir en una cama".
La doctora resaltó que la educación sobre la prevención del abuso sexual de los padres hacia los hijos es importante y debe darse temprano.

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