Mató a su padre por 10 dólares.

Wilma Maldonado Arrigoitía/ Primera Hora

Nunca los vecinos habían escuchado alguna discusión en la casa 302 de la calle Israel Arroyo en el barrio Buenos Aires, en Arecibo, que les previniera que ahí ocurriría una desgracia. Por eso, ayer escucharon con asombro que en esa residencia un joven mató a su padre y le dio tal golpiza a la madre que la envió al hospital.

Lo más increíble fue enterarse de que ese muchacho fornido al que veían pasar de la casa al gimnasio que administraba su padre agredió a sus progenitores en un aparente desespero por obtener $10 para presuntamente satisfacer su vicio deseo por el crack.

“Como a eso de las 10:00 de la noche del sábado, Bruno Rossi Mártir, hijo de la señora Mirna Mártir Nieves, llega a la residencia y le pide $10 a su señora madre y ésta le dice que no tenía dinero. Acto seguido, él la emprendió contra ella al agredirla con los puños en el rostro”, informó el teniente Reynaldo Jiménez, director de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Arecibo.

Mártir Nieves, de 69 años, estaba internada ayer en el Hospital Dr. Susoni, en Arecibo, en condición estable, pero su cara estaba más hinchada y destrozada que la de un boxeador acabado de salir de un combate en el ring. Aun así, la mujer pudo narrarle lo sucedido en su hogar al agente Marlon López, quien está al frente de la investigación.

Aunque no era boxeador, Rossi Mártir, de 32 años de edad, pasaba muchas horas de entrenamiento en el Professional Gym, ubicado a poca distancia de su residencia y que era administrado por su papá. También este hombre de seis pies de estatura ayudaba a entrenar a personas que requerían sus servicios.

“Ella alega que posteriormente su hijo sale para el cuarto de su esposo y allá aparentemente le pidió dinero a su papá y, al éste no dárselo, con un cuchillo de la cocina le infringe varias heridas en el costado, las cuales le causaron la muerte”, indicó el teniente Jiménez.

Supuestamente, Rossi Mártir primero buscó en los bolsillos del pantalón que su padre tenía colgado en una esquina del dormitorio cuando su papá lo confrontó y rechazó darle dinero, entonces lo mató. Presuntamente, el primer cuchillo que buscó se le rompió en medio de la agresión y buscó otro cuchillo con el que continuó el ataque.

Rossi Santiago estaba acostado en su cama cuando fue agredido con el arma blanca. Tal vez por eso este hombre de 69 años pero de fuerte constitución física se hubiese defendido mejor del ataque, analizaron algunos de sus vecinos.

Aunque no tiene antecedentes penales, Rossi Mártir al parecer estuvo internado en algún programa de rehabilitación, según narró su madre a la Policía.

La madre del joven dijo a la Policía que era la primera vez que su hijo se tornaba violento contra ellos.

De hecho, vecinos de la calle Israel Arroyo, como Ricarda González, señalaron que ni la noche del sábado ni antes habían escuchado alguna discusión en esa casa.

“Yo no me imaginaba algo así. Esa noticia como que me impactó mucho”, expresó González. “Nunca vi un mal comportamiento ni nada”, agregó.

Esta vecina dijo que el sábado estaba en su hogar, pero no escuchó nada extraño en casa de sus vecinos. Pasadas las 10:00 de la noche, vio cómo las patrullas invadían su calle, pero hasta pensó que era un operativo policial y no se le pasó por la mente que su vecino había sido asesinado