WASHINGTON (EFE).- Los jóvenes estadounidenses han encontrado una nueva manera de "divertirse", fotografiarse desnudos con el móvil y enviar mensajes con las imágenes, una tendencia conocida como "sexting" que cada vez preocupa más a los padres.
Este es el nombre del último fenómeno que mezcla dos factores explosivos- adolescentes y nuevas tecnologías, y que ha puesto de relieve una importante cuestión legal- ¿Se trata de una simple travesura, o es más bien pornografía infantil?.
Los jóvenes se fotografían parcial o completamente desnudos y reenvían las fotos a sus amigos más cercanos. El problema viene cuando excede esos límites y la broma se convierte en humillación.
La organización no gubernamental de Prevención de Embarazos Imprevistos entre Adolescentes ha estudiado este fenómeno, preocupada por el hecho de que un 20 por ciento de los jóvenes de entre 13 y 17 años ha mandado alguna imagen o vídeo suyo desnudo o semidesnudo, según datos de una encuesta.
En la mayoría de los casos esta acción no tiene una motivación fundada, sino que simplemente lo hacen "por diversión" o para "ligar" con otros adolescentes. Pero la broma puede salir cara.
El fenómeno es tan nuevo que existen incluso lagunas legales. Uno de los problemas al que se enfrentan las autoridades en determinar quién es el responsable cuando el envío del mensaje o la foto en cuestión se hace sin consentimiento del afectado.
Los padres de una joven de 16 años de Seattle (Washington), han emprendido una batalla legal después de que se difundieran por todo el colegio las fotos que se hicieron su hija y su mejor amiga en la ducha sin intención de difundirla.
Las fotos comenzaron a circular entre los estudiantes hasta que el director del centro educativo recibió un sobre con unas copias, lo cual les valió a las muchachas la expulsión del equipo de animadoras.
Este es el nombre del último fenómeno que mezcla dos factores explosivos- adolescentes y nuevas tecnologías, y que ha puesto de relieve una importante cuestión legal- ¿Se trata de una simple travesura, o es más bien pornografía infantil?.
Los jóvenes se fotografían parcial o completamente desnudos y reenvían las fotos a sus amigos más cercanos. El problema viene cuando excede esos límites y la broma se convierte en humillación.
La organización no gubernamental de Prevención de Embarazos Imprevistos entre Adolescentes ha estudiado este fenómeno, preocupada por el hecho de que un 20 por ciento de los jóvenes de entre 13 y 17 años ha mandado alguna imagen o vídeo suyo desnudo o semidesnudo, según datos de una encuesta.
En la mayoría de los casos esta acción no tiene una motivación fundada, sino que simplemente lo hacen "por diversión" o para "ligar" con otros adolescentes. Pero la broma puede salir cara.
El fenómeno es tan nuevo que existen incluso lagunas legales. Uno de los problemas al que se enfrentan las autoridades en determinar quién es el responsable cuando el envío del mensaje o la foto en cuestión se hace sin consentimiento del afectado.
Los padres de una joven de 16 años de Seattle (Washington), han emprendido una batalla legal después de que se difundieran por todo el colegio las fotos que se hicieron su hija y su mejor amiga en la ducha sin intención de difundirla.
Las fotos comenzaron a circular entre los estudiantes hasta que el director del centro educativo recibió un sobre con unas copias, lo cual les valió a las muchachas la expulsión del equipo de animadoras.
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