lunes, 23 de marzo de 2009

Ellas prefieren machos

Victoria Gill /BBC Ciencia
A la hora de procrear, la gorrión Gould hembra "decide" cuántos hijos macho tener dependiendo de la cabeza de su pareja.
No... no es que juzguen cuán inteligente es, sino que estos pájaros, que tienen cabezas rojas o negras, prefieren aparearse con un compañero que tenga la cabeza del mismo color, dado que esta cruza es mejor desde un punto de vista genético.
Una hembra que se aparea con un macho del mismo color pone huevos de los que salen polluelos más saludables.
Los vástagos de una pareja mezclada -en particular sin son hembras- son más débiles y pueden vivir menos tiempo.
Y, según un estudio publicado en la revista Science, los gorriones Gould (llamado así en honor a la esposa del artista británico John Gould, quien fue el primero en identificar esta subespecie) compensan esta situación teniendo más machos.
Los investigadores descubrieron que cuando los gorriones hembra se aparean con un macho cuya cabeza es de un color distinto, ellas eligen el sexo de sus hijos para darles una mejor oportunidad de sobrevivir.
Control
En los pájaros, el sexo de un huevo ya está determinado antes de que los fertilice el macho. Sarah Pryke, bióloga de la Universidad Macquarie en Sydney, Australia, y directora del equipo de investigación, encontró que cuando las hembras elegían una pareja del color contrario, el 70% de sus polluelos eran macho.
"Es increíble pensar que la hembra tiene tanto control -aunque sea de manera inconciente- sobre la fisiología básica", afirmó Pryke.
Los resultados llamaron la atención de los expertos porque las parejas que comparten el color de la cabeza producen generalmente el mismo número de machos que de hembras.
"Las hembras no quieren aparearse con un compañero de otro color, pero lo que sucede es que no hay tantos machos compatibles, por eso, cuando se acerca el fin de la temporada para procrear, las hembras usan el control como la mejor forma de hacer frente a esta situación".

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