Los ataques con drones, al menos seis, se
produjeron ayer en el distrito de Haska Mena contra cuatro vehículos y
dos lugares donde había insurgentes, "40 talibanes y 16 supuestos
combatientes del EI murieron", dijo el portavoz del gobernador de
Nangarhar, Ahmad Zia Abdulzai.
Los bombardeos fueron coordinados con las Fuerzas
de Seguridad afganas y no causaron víctimas entre la población civil,
afirmó el portavoz.
En julio, 28 supuestos talibanes murieron en el
bombardeo de un dron de Estados Unidos en el mismo distrito de esta
provincia, donde esa formación insurgente mantiene también una lucha con
los militantes del grupo terrorista Estado Islámico.
En las últimas semanas, las tropas internacionales
han intensificado sus bombardeos contra los talibanes y sus oponentes
del EI en varios distritos de Nangarhar, donde ambos grupos luchan entre
sí por el control de unas áreas remotas pero de alto valor estratégico
por ser fronterizas con Pakistán.
Al menos tres altos mandos del EI fallecieron en
estos ataques, entre ellos Hafiz Sayd Khan, líder de esta formación para
Irán, Afganistán y Pakistán, la denominada región de Khorasan.
El Estado Islámico ha irrumpido recientemente en
Afganistán, lo que altera el escenario de guerra de los últimos 13 años,
y el Gobierno afgano ha establecido unidades especiales para
combatirlo.
Estados Unidos mantiene desplegados a 9.800
militares hasta final de año como parte de su misión "antiterrorista" en
Afganistán, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama,
ordenara la ralentización de la salida de las tropas de ese país
prevista inicialmente para este mismo año.
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