Ciudad de Guatemala (Guatemala)/EFE.- El cantante guatemalteco Ricardo
Arjona anunció hoy que devuelve la condecoración de la Orden del Quetzal
a quien se la entregó, el presidente, Otto Pérez Molina, por ser una
persona que carece de honor.
"Los hechos por los que pasa el país ponen claramente en tela de
juicio el honor de los que me impusieron dicha distinción", publicó el
artista en su página web.
En una publicación titulada "Donde no hay honor hay caos", Arjona
hace pública su decisión de manera "irrevocable", porque, a su juicio,
cualquier cosa que haya pasado por las manos de Pérez Molina ya no tiene
"valor alguno, ni legal, ni simbólico, ni sentimental".
El Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la
Impunidad en Guatemala (CICIG) acusaron el pasado viernes 21 de agosto
al mandatario de liderar la red de corrupción aduanera conocida como "La
Línea", junto a su exvicepresidenta Roxana Baldetti, quien permanece en
prisión a la espera de que un juez decida si hay motivos suficientes
para enjuiciarla.
"Por otro lado, hay que decirlo, me basta con una sola mano
guatemalteca que se alce para mencionar mi no merecimiento de este
reconocimiento, para que de manera inmediata se convierta en motivo
suficiente y deje de ser para mí el símbolo que representa", explicó el
cantante.
Arjona alaba las manifestaciones de los últimos días, unas protestas
que ayudarán, de forma "determinante", a conseguir los cambios que ya
"se están dando" y que buscan "un mejor lugar para vivir", valoró.
"A días de las nuevas elecciones, mi mensaje pretendía despertar el
aliento cívico con vistas no solo al presente si no en aras de hacernos
responsables del futuro para no caer en los mismos vicios", manifestó en
referencia a un mensaje que él mismo publicó sobre los comicios del
próximo 6 de septiembre.
En este sentido, expresó que marchar "en multitud es importante para
derrocar la desgracia", pero estar "en sintonía y ser consecuentes con
la responsabilidad de no poner en el mismo lugar a personas con los
mismos defectos, es vital".
Arjona, quien dice haber recibido críticas por esta postura, indicó
que las acepta "con la paz de un guatemalteco acusado por décadas de
haberme convertido en ciudadano de otros países, ignorando la necesidad
inminente de buscar en otra parte lo que mi trabajo no encontró en
Guatemala".
Sin embargo, agregó, con su pasaporte guatemalteco y con su total
"repudio" a lo que está pasando, pide, a título personal al presidente
que "revise su papel" en la historia del país y "se dignifique"
poniéndose en manos de la Justicia para "limpiar o hacerse responsable"
de sus actos dejando el cargo "de una vez por todas".
"Por la simplísima razón de que DONDE NO HAY HONOR, HAY CAOS", zanjó Arjona.
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