México.- A medida que la pequeña embarcación se acerca a la patrulla oceánica “Guanajuato”,
los marinos mexicanos pueden ver la miseria de la balsa construida con
hule espuma y pedazos de madera sobre la que flotan 12 cubanos a bordo,
bronceadísimos y cabizbajos por encontrarse en las aguas de Puerto Progreso, Yucatán, y no en Miami, como pretendían.
Recorrieron más de 1,780 kilómetros y están deshidratados e insolados,
pero tienen suerte, aunque ahora no se den cuenta en su afán por tocar
tierra en Estados Unidos, donde les darían residencia de haber llegado
porque desde 1966 La Ley de Ajuste cubano lo ordena así cuando no son
capturados en el mar. Los 12 hombres forman parte del repunte de la inmigración de la Isla ante de que este beneficio se termine por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos
-anunciadas desde diciembre pasado- y aunque el departamento de Estado
ha dejado claro que no tiene en mente cambiar esta política, no se fían.Construyen
rudimentarias embarcaciones, sacan permisos falsos de trabajo, visas
alteradas, matrimonios amañados por traficantes y se lanzan a la mar o
en complicados vuelos casi siempre con México de por medio. De enero a junio del presente año han llegado a Estados Unidos 17,000 cubanos por la frontera mexicana que se mueven desde el sureste
(Quintana Roo, principalmente) o del sur (Chiapas y Tabasco)
provenientes de Ecuador: el país eliminó el requisito de
carta-invitación que exigía a los cubanos por las “excelentes
relaciones” con la isla y por ahí se salen.Una vez en
Ecuador toman camino a Colombia y Panamá y desde ahí vuelan con
documentos falsos o suben por Centroamérica hasta México donde comienza “el verdadero calvario” que se agudizó con el incremento del éxodo.En
febrero pasado, 35 cubanos iniciaron una huelga de hambre en el centro
de detenciones de inmigrantes Siglo XXI en Chiapas por supuestas
extorsiones que agentes hacían a sus familiares y abogados que les
cobraban 1500 dólares por recursos legales que les permitiera salir y
cumplir su sueño americano. “Uno de los jefes dijo que era común y no podía hacer nada para evitarlo”, narró Rafael a uno de los activistas que ofrecieron ayuda.....Fuente:EDLP/Por:Gardenia Mendoza
martes, 11 de agosto de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario