LONDRES.- El gobierno del Reino Unido ha anunciado que
planea endurecer las medidas contra las empresas y particulares que
contraten a inmigrantes irregulares.
“Los empleadores tramposos que dan trabajo a inmigrantes
ilegales están negando el empleo a los ciudadanos británicos y los
inmigrantes legales, además de contribuir a bajar los salarios”, afirmó
el secretario de Estado de Inmigración, James Brokenshire.
El Ejecutivo del primer ministro conservador David Cameron
prevé iniciar en otoño una campaña de inspecciones en compañías de
construcción, atención domiciliaria y servicios de limpieza.
“La experiencia nos dice que las empresas que son proclives
a quebrantar las normas de empleo también lo son para romper la
normativa de seguridad y pagar menos impuestos”, dijo Brokenshire.
“Por ese motivo, vamos a utilizar toda la fuerza de la
maquinaria del Gobierno para golpearles desde todos los ángulos y acabar
con la ventaja injusta que disfrutan aquellos que ofrecen trabajo a
inmigrantes ilegales”, añadió el secretario de Estado.
Sus palabras llegan después de que el ministro británico de
Exteriores, Philip Hammond, dijera durante una visita a Singapur que la
inmigración proveniente de África supone un riesgo para los estándares
de vida y la estructura social de los países europeos.
“La brecha entre el nivel de vida de Europa y África hace
que siempre habrá millones de africanos que tratarán de llegar a Europa
por motivos económicos”, afirmó Hammond.
El intento por parte de cientos de inmigrantes de cruzar al
Reino Unido desde Francia a través del túnel del canal de la Mancha ha
levantado polémica en las islas británicas en las últimas semanas.
“Mientras haya un gran número de inmigrantes bastante
desesperados merodeando por la zona, siempre habrá una amenaza para la
seguridad del túnel”, afirmó el ministro.
Para Hammond, la solución al problema pasa por “ser capaces
de retornar a aquellos que no tienen derecho de reclamar asilo a sus
países de origen”.
Tres de los candidatos a liderar el Partido Laborista,
primero de la oposición en el Reino Unido, criticaron las declaraciones
de Hammond.
Yvette Cooper las describió como “alarmistas”, Liz Kendall
calificó su lenguaje como “deshumanizante” y Jeremy Corbyn afirmó que
sus comentarios están basados en el “prejuicio” y la “hostilidad.
Tarjetas sanitarias
El ministerio británico de Salud admitió hoy que existe un
agujero legal que permite a ciudadanos europeos pedir una tarjeta
sanitaria comunitaria en el Reino Unido a pesar de no residir de forma
permanente en el país.
El secretario de Estado de Salud, Alistair Burt, afirmó que
la situación es “completamente inaceptable”, mientras que una portavoz
del sistema público de sanidad (NHS) señaló que se trata de una práctica
que no está extendida.
“Este Gobierno ya ha introducido medidas drásticas para
impedir que los inmigrantes utilicen el sistema de salud sin hacer
contribuciones”, afirmó Burt.
La polémica surgió a raíz de una investigación del tabloide
sensacionalista ‘Daily Mail’ en la que una ciudadana de Hungría reclamó
una Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) mientras estaba de visita en el
país durante un día.
Con ese documento, esa ciudadana podría recibir en su país
diversos tratamientos médicos cuyo coste sería trasladado al Reino
Unido.
“Estamos continuamente estudiando maneras de endurecer más
el proceso, y como resultado de esta investigación el ministerio
estudiará con urgencia las solicitudes de tarjetas sanitarias”, señaló
Burt.
Según el NHS, la TSE se entrega a los “residentes
ordinarios” en el Reino Unido y sirve para proveerles de tratamiento
médico en los países del Espacio Económico Europeo.
Fuente: EL MUNDO/Almomento.net/Jhonny Trinidad
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