El general colombiano Rubén Darío Alzate
anunció ayer su retiro del ejército, luego de ser liberado en la víspera
por la guerrilla de las FARC que lo capturó 15 días atrás cuando
incumplió todos los protocolos de seguridad.
Por causa de la retención de Alzate —el militar de mayor rango en caer en manos de las FARC—, el presidente Santos suspendió temporalmente los diálogos que el gobierno lleva a cabo en La Habana desde fines de 2012 con la guerrilla.
"Por amor y respeto a nuestra institución militar que por este hecho se ha visto afectada, he solicitado al gobierno nacional mi retiro del servicio activo", informó Alzate desde el Hospital Militar en Bogotá, durante su primera declaración a medios de comunicación luego de ser liberado.
Temprano, el presidente Juan Manuel Santos exigió al jefe militar explicar las circunstancias en las que se produjo su retención el pasado 16 de noviembre.
Alzate, de 55 años, fue capturado por el Frente 34 de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia junto al cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego cuando desembarcaron en el caserío de Las Mercedes, a la orilla del río Atrato, en el departamento de Chocó, a unos 310 kilómetros al oeste de Bogotá.
El general, quien viajó vestido de civil y sin su anillo de seguridad, indicó que fue "secuestrado en total estado de indefensión" por cuatro hombres armados, al mando del rebelde alias "Chaverra".
Alzate explicó que, aunque informó a los servicios de inteligencia sobre la ruta que emprendió, "el amor al pueblo chocoano me llevó a no adoptar las medidas de seguridad... vestí de civil para fortalecer la confianza con una comunidad que merece nuestra atención y acercamiento".
El general Alzate, al que se le quebró la voz hasta en dos ocasiones durante su intervención, narró que durante los 14 días de cautiverio fue "esposado y amarrado durante las noches". Además, fue "obligado a marchas de ocho horas diarias a través de la selva y recibió amenazas de muerte si pretendía escapar".
El motivo de su visita a La Mercedes lo atribuyó a la puesta en marcha de un proyecto de energía alternativa para proveer de luz a 230 comunidades, según dijo en la conferencia en donde lo acompañaban su esposa, Claudia Farfán, y sus hijos, Juan Pablo y María Paula, que lloró junto a él.
Alzate es un prestigioso militar que durante más de 33 años ha servido en tareas de contrainsurgencia. En enero fue nombrado por Santos comandante del recién creado grupo Titán para luchar contra la guerrilla en Chocó.
Por causa de la retención de Alzate —el militar de mayor rango en caer en manos de las FARC—, el presidente Santos suspendió temporalmente los diálogos que el gobierno lleva a cabo en La Habana desde fines de 2012 con la guerrilla.
"Por amor y respeto a nuestra institución militar que por este hecho se ha visto afectada, he solicitado al gobierno nacional mi retiro del servicio activo", informó Alzate desde el Hospital Militar en Bogotá, durante su primera declaración a medios de comunicación luego de ser liberado.
Temprano, el presidente Juan Manuel Santos exigió al jefe militar explicar las circunstancias en las que se produjo su retención el pasado 16 de noviembre.
Alzate, de 55 años, fue capturado por el Frente 34 de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia junto al cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego cuando desembarcaron en el caserío de Las Mercedes, a la orilla del río Atrato, en el departamento de Chocó, a unos 310 kilómetros al oeste de Bogotá.
El general, quien viajó vestido de civil y sin su anillo de seguridad, indicó que fue "secuestrado en total estado de indefensión" por cuatro hombres armados, al mando del rebelde alias "Chaverra".
Alzate explicó que, aunque informó a los servicios de inteligencia sobre la ruta que emprendió, "el amor al pueblo chocoano me llevó a no adoptar las medidas de seguridad... vestí de civil para fortalecer la confianza con una comunidad que merece nuestra atención y acercamiento".
El general Alzate, al que se le quebró la voz hasta en dos ocasiones durante su intervención, narró que durante los 14 días de cautiverio fue "esposado y amarrado durante las noches". Además, fue "obligado a marchas de ocho horas diarias a través de la selva y recibió amenazas de muerte si pretendía escapar".
El motivo de su visita a La Mercedes lo atribuyó a la puesta en marcha de un proyecto de energía alternativa para proveer de luz a 230 comunidades, según dijo en la conferencia en donde lo acompañaban su esposa, Claudia Farfán, y sus hijos, Juan Pablo y María Paula, que lloró junto a él.
Alzate es un prestigioso militar que durante más de 33 años ha servido en tareas de contrainsurgencia. En enero fue nombrado por Santos comandante del recién creado grupo Titán para luchar contra la guerrilla en Chocó.
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