El presidente de Francia, François Hollande,
confirmó ayer la muerte del francés Hervé Gourdel, secuestrado el pasado
domingo en Argelia por un grupo vinculado con el yihadista Estado
Islámico (EI).
Gourdel "fue asesinado vil y cruelmente", declaró el presidente ante un grupo de periodistas franceses en Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de las Naciones Unidas, según recogen medios franceses.
Hollande aseguró que esa agresión refuerza la voluntad de Francia de mantener su intervención en Irak y avanzó que hoy habrá en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia, un consejo de Defensa para analizar las operaciones en curso.
"Francia no cede ante el terrorismo ni cederá jamás, porque es su deber y su honor", añadió el presidente, según el cual Gourdel "murió porque era francés, porque su país combate el terrorismo, porque representaba a un pueblo que defiende la libertad humana frente a la barbarie".
Ese ciudadano, de 55 años de edad y padre de familia, fue capturado por el grupo Yund al Jilafa (Soldados del Califato), vinculado al EI, en la Cabilia argelina, a algo más de un centenar de kilómetros al este de Argel.
Gourdel fue secuestrado cuando hacía montañismo con unos argelinos, que fueron rápidamente liberados.
La organización terrorista amenazó el martes por la tarde con matarlo si en un plazo de 24 horas Francia no cesaba sus operaciones contra los yihadistas en Irak, que se iniciaron el pasado viernes.
"La determinación de Francia es total y esta agresión no hace más que reforzarla", dijo hayer Hollande, quien subrayó que el país mantendrá la operación militar aérea en Irak "todo el tiempo que sea necesario".
El presidente francés renovó además su llamamiento a reforzar la protección de los franceses en el extranjero, e instó a estos a incrementar su vigilancia "para que nadie se exponga a un riesgo inútil".
Gourdel "fue asesinado vil y cruelmente", declaró el presidente ante un grupo de periodistas franceses en Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de las Naciones Unidas, según recogen medios franceses.
Hollande aseguró que esa agresión refuerza la voluntad de Francia de mantener su intervención en Irak y avanzó que hoy habrá en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia, un consejo de Defensa para analizar las operaciones en curso.
"Francia no cede ante el terrorismo ni cederá jamás, porque es su deber y su honor", añadió el presidente, según el cual Gourdel "murió porque era francés, porque su país combate el terrorismo, porque representaba a un pueblo que defiende la libertad humana frente a la barbarie".
Ese ciudadano, de 55 años de edad y padre de familia, fue capturado por el grupo Yund al Jilafa (Soldados del Califato), vinculado al EI, en la Cabilia argelina, a algo más de un centenar de kilómetros al este de Argel.
Gourdel fue secuestrado cuando hacía montañismo con unos argelinos, que fueron rápidamente liberados.
La organización terrorista amenazó el martes por la tarde con matarlo si en un plazo de 24 horas Francia no cesaba sus operaciones contra los yihadistas en Irak, que se iniciaron el pasado viernes.
"La determinación de Francia es total y esta agresión no hace más que reforzarla", dijo hayer Hollande, quien subrayó que el país mantendrá la operación militar aérea en Irak "todo el tiempo que sea necesario".
El presidente francés renovó además su llamamiento a reforzar la protección de los franceses en el extranjero, e instó a estos a incrementar su vigilancia "para que nadie se exponga a un riesgo inútil".
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