Las autoridades están buscando a un sacerdote católico, que se encontraba en probatoria por tocar inapropiadamente a una niña de Brooklyn y quien desapareció luego de que una familia de origen costarricense residente en Hampton Bays lo acusó de abusar sexualmente de su hija de 7 años.
"No voy a estar en paz hasta que este hombre este en la cárcel para que ninguna otra madre sufra lo que yo estoy sufriendo", dijo en entrevista con El Diario la madre, cuya identidad no será publicada para proteger la privacidad de la familia. "Es una pesadilla, siento que fuimos víctimas de un depredador agazapado que esperó el momento para atacar a su presa", dijo la mujer con voz entrecortada.La familia, que conoció al reverendo Augusto Cortez (50) hace diez años, quiere ahora saber por qué el hombre estaba ejerciendo como sacerdote incluso cuando su orden se había comprometido con la corte de Brooklyn a restringirlo de sus labores luego de que fuera puesto en probatoria por tocar inapropiadamente a una niña de 12 años en 2008. Pero el sacerdote de origen guatemalteco ejercía esporádicamente en Long Island donde encontró su próxima víctima."Fue horrible, lo encontré con la niña en la cocina. Ella tenía la ropa desordenada y vi cuando él se estaba subiendo el 'zipper', me quedé callada porque tenía miedo de la reacción de mi esposo, tenía miedo de que lo fuera a matar". Así describió la madre el momento en que descubrió como fue que su hija había aparecido tiempo atrás con un herpes vaginal inexplicable hasta entonces.La mujer dijo que nunca dudaron de Cortez porque "era muy bueno, generoso era como un hermano", explicó. Además su hija mayor, hoy con 18 años, nunca tuvo una mala experiencia con él y lo más siniestro de todo: Cortez vio nacer y crecer a su pequeña víctima. "Él fue el primero que llamó a felicitarme cuando la nena nació".La Policía de Southampton Town interrogó a Cortez, pero lo dejó ir y le permitió usar su carro, desde entonces el hombre se encuentra huyendo. Hay una orden de arresto en su contra bajo cargo de asalto sexual en primer grado, según fuentes oficiales. La Policía de Southampton no respondió repetidas peticiones de información adicional solicitada por El Diario."Creemos que pueden haber otras víctimas de Cortez que no lo han denunciado", dijo el abogado de la familia, Michael Dowd, quien a la pregunta de si conocía otro caso en particular respondió que, "no puedo comentar al respecto". La madre dijo que Cortez visitaba también a otras familias en el área de manera frecuente.
"No voy a estar en paz hasta que este hombre este en la cárcel para que ninguna otra madre sufra lo que yo estoy sufriendo", dijo en entrevista con El Diario la madre, cuya identidad no será publicada para proteger la privacidad de la familia. "Es una pesadilla, siento que fuimos víctimas de un depredador agazapado que esperó el momento para atacar a su presa", dijo la mujer con voz entrecortada.La familia, que conoció al reverendo Augusto Cortez (50) hace diez años, quiere ahora saber por qué el hombre estaba ejerciendo como sacerdote incluso cuando su orden se había comprometido con la corte de Brooklyn a restringirlo de sus labores luego de que fuera puesto en probatoria por tocar inapropiadamente a una niña de 12 años en 2008. Pero el sacerdote de origen guatemalteco ejercía esporádicamente en Long Island donde encontró su próxima víctima."Fue horrible, lo encontré con la niña en la cocina. Ella tenía la ropa desordenada y vi cuando él se estaba subiendo el 'zipper', me quedé callada porque tenía miedo de la reacción de mi esposo, tenía miedo de que lo fuera a matar". Así describió la madre el momento en que descubrió como fue que su hija había aparecido tiempo atrás con un herpes vaginal inexplicable hasta entonces.La mujer dijo que nunca dudaron de Cortez porque "era muy bueno, generoso era como un hermano", explicó. Además su hija mayor, hoy con 18 años, nunca tuvo una mala experiencia con él y lo más siniestro de todo: Cortez vio nacer y crecer a su pequeña víctima. "Él fue el primero que llamó a felicitarme cuando la nena nació".La Policía de Southampton Town interrogó a Cortez, pero lo dejó ir y le permitió usar su carro, desde entonces el hombre se encuentra huyendo. Hay una orden de arresto en su contra bajo cargo de asalto sexual en primer grado, según fuentes oficiales. La Policía de Southampton no respondió repetidas peticiones de información adicional solicitada por El Diario."Creemos que pueden haber otras víctimas de Cortez que no lo han denunciado", dijo el abogado de la familia, Michael Dowd, quien a la pregunta de si conocía otro caso en particular respondió que, "no puedo comentar al respecto". La madre dijo que Cortez visitaba también a otras familias en el área de manera frecuente.
Cortez ya había acosado a otra niña anteriormente
Cortez, miembro de la Congregación de la Misión de la Provincia Este de la Orden de los Vicentinos, una orden con base en Filadelfia, fue acusado en junio de 2008 de abuso sexual en segundo grado por tocar el pecho de una niña de 12 años por debajo de su blusa. El religioso se declaró culpable del delito menor de tocar inapropiadamente, que no es un crimen que requiere registrarse como ofensor sexual, y fue sentenciado a seis años de probatoria.Una de las razones por las que obtuvo la sentencia fue porque el provincial Vicentino, el reverendo Michael Carroll, escribió una carta a la corte diciendo que Cortez nunca podría presentarse como sacerdote y que trabajaría dentro de la institución en Filadelfia en un trabajo no clerical como tenedor de libros, archivista o en mantenimiento, dependiendo de sus destrezas. La misiva también se comprometía a controlar sus actividades y no permitirle el contacto con niños, dijo Dowd.Sin embargo Cortez si celebraba misas en la iglesia Santa Rosalía de Hampton Bay y compartía tiempo con los niños de la comunidad, aseguró la madre. En un comunicado la orden de los Vicentinos dijo que, "Hemos cooperado completamente con la ley y continuaremos haciéndolo para que el Sr. Cortez sea localizado y presentado ante la justicia lo más pronto posible. Nuestras oraciones están con todos aquellos involucrados en esta terrible situación".La madre admitió conocer la condena del 2008 y que incluso cuestionó a Cortez sobre el incidente. "El me dijo que lo habían acusado injustamente y que esa familia solo quería sacar dinero de la orden religiosa, nosotros le creímos", dijo.Cuando en el 2013 la niña menor fue diagnosticada con herpes toda la familia fue examinada como parte de una investigación de Servicio de Protección de Niños, pero ninguno resultó positivo de este tipo de enfermedad de transmisión sexual. "El doctor me dijo que porque yo tengo el virus en la boca quizás se lo pegué a través de la ropa cuando la cambiaba", dijo la madre, quien agregó que interrogó muchas veces a su hija al respecto sin obtener una respuesta."El la tenía atemorizada", dijo la madre, "le había dicho que si me decía algo yo la iba a castigar", dijo. "Yo antes iba a la iglesia, pero ahora no puedo. No creo en los curas ni en la iglesia, mi fe y mi familia están destrozadas. Pienso que la iglesia lo está escondiendo"......
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