Miami (EE.UU.), (EFE).- La familia de
Milford McKeller de Alba, un colombiano muerto en una supuesta operación
de narcotráfico de la Guardia Costera de EE.UU., demandó a esta
institución argumentando que no había droga en la lancha interceptada.
El hecho ocurrió el 22 de agosto de 2012 en aguas
internacionales, cuando miembros de la Guardia Costera dispararon desde
un helicóptero después de que la lancha "no obedeciera" la orden de
detenerse, reportó hoy el diario el Nuevo Herald.
Milford McKeller, de 24 años, residente de la isla
colombiana de San Andrés, viajaba en una lancha debidamente registrada
en ese país en compañía de Rafael Britton, de 27 años, y Anival Grinard
Henry, de 37.
La Guardia Costera confirmó la demanda, por 5 millones de dólares, y señaló que el caso está bajo investigación.
Según la versión de esta institución, la
embarcación resultaba sospechosa de narcóticos al viajar en un área muy
utilizada como ruta de narcotraficantes, frente a la costa oriental
nicaragüense, y al no detenerse cuando se lo ordenaron.
"Antes de hacer los disparos, de 8 a 10 paquetes
individuales se observaron que estaban siendo tirados por la borda",
señaló el diario según reportes de la Guardia Costera.
La institución suele señalar que en estas
operaciones antinarcóticos, aquellos narcotraficantes que se ven sin
salida suelen comenzar a tirar la droga al mar.
Sin embargo, el diario reportó que según el
abogado de la familia, Louis A. Vucci, basado en datos de la Guardia
Costera, la droga no fue encontrada.
El cadáver de McKeller de Alba y ambos
sobrevivientes fueron trasladados primero a la base naval de Guantánamo,
en Cuba, explicó el abogado Vucci, quien precisó que el cuerpo fue
devuelto a San Andrés a bordo de un avión de la Guardia Costera en
septiembre de 2012.
Los otros dos tripulantes también fueron
repatriados a Colombia en septiembre de 2012, y ninguno de ellos fue
entregado a investigadores ni fiscales federales estadounidenses.
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