Bogotá, (EFE).- Una misteriosa
enfermedad que afecta a unas 400 niñas de un municipio del norte de
Colombia y que en principio fue atribuida a una vacuna, tiene perplejas a
las autoridades después de que la última prueba médica no haya
resultado concluyente.
Muchas son las teorías y pocas las pruebas que
expliquen por qué desde mayo, en el municipio de El Carmen de Bolívar,
centenares de niñas han sido hospitalizadas en un goteo incesante que en
un primer momento se interpretó como efectos secundarios de la vacuna
contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Todas presentan los mismos síntomas, a saber:
desmayos, fiebre, dolores estomacales, en las extremidades y de cabeza o
pérdida de peso, y según los padres, todas habían recibido la citada
inyección, destinada a prevenir lesiones de transmisión sexual que
pueden provocar tumores en el cuello del útero y otros tipos de cáncer.
Sin embargo, desde el Ministerio de Salud primero,
y luego desde la misma Presidencia, se negó tajantemente que esta
circunstancia tuviera algo que ver, y se esgrimió como argumento que la
vacuna tiene el aval de la OMS, la Organización Panamericana de la Salud
(OPS) y todas las sociedades científicas con reconocimiento mundial.
Además, este tratamiento empezó a aplicarse en el
municipio en marzo y no fue hasta dos meses después que empezaron a
denunciarse los primeros casos, afirmó el ministro de Salud, Alejandro
Gaviria.
En medio de numerosas críticas por parte de los
familiares de las niñas, que se sintieron ofendidos después de que el
presidente, Juan Manuel Santos, apuntara a que la causa de la enfermedad
masiva era una "sugestión colectiva", el Gobierno reaccionó con un
amplio despliegue para realizar pruebas toxicológicas en el municipio.
"Esto no es un enjuiciamiento público. La solución
a este problema es conjunto con todas las autoridades locales y
nacionales. Ahora venimos a escuchar a la comunidad", dijo a principios
de septiembre Gaviria, que visitó la comunidad entre medidas de
seguridad especiales ante el enfado de los padres.
Según datos facilitados a Efe por el Ministerio de
Salud, hasta el momento el Instituto Nacional de Salud (INS) ha
realizado dos pruebas toxicológicas masivas para determinar si hubo
intoxicación con metales pesados, la primera el 15 de julio, donde tomó
99 muestras, y la segunda el 20 de agosto, cuando recogieron casi 200
muestras.
En ambos casos, se determinó que los niveles de plomo en la sangre eran normales.
Los resultados de la segunda prueba, conocidos
esta semana, han supuesto un nuevo varapalo para los investigadores del
Gobierno, que ya ha enviado dos comisiones especiales al municipio y
tres grupos de expertos.
Desde finales de agosto, por El Carmen pasean,
además de sus más de 98.500 habitantes, hasta tres grupos de expertos
científicos, psicólogos e investigadores epidemiológicos que buscan un
patrón médico no solo entre las afectadas sino con sus familias, a las
que de momento se mantiene en un régimen de "vigilancia intensificada".
Mientras continúa el misterio, El Carmen se ha
convertido en lugar de peregrinación de políticos que no siempre son
bien recibidos por una comunidad ávida de respuestas que no llegan.
A la accidentada visita del ministro Gaviria a
principios de septiembre, que tuvo que llegar en helicóptero debido a
las carreteras que bloquearon los vecinos, se unen empujones e insultos a
líderes locales que acudieron a reunirse con afectados.
El último de los que se arriesgó a pasar por el
lugar fue el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, que se reunió el
viernes con 200 vecinos a los que prometió llevar el caso de El Carmen
hasta el Congreso de la mano de su partido, el derechista Centro
Democrático.
"Nos reunimos con la comunidad, con el alcalde y
con el cuerpo médico y ellos mismos pidieron un equipo médico
complementario, porque están agotados, desconcertados y angustiados ante
este problema tan grande", señaló Uribe al término de su visita. EFE
Autor: Cynthia de Benito
No hay comentarios:
Publicar un comentario