WASHINGTON.- Todo el mundo esperaba que Michelle Obama causara sensación en su primer viaje a Europa, pero la verdadera conmoción fue la inusitada muestra de afecto que le demostró la Reina Isabel II, que incluso dejó perplejos a los estadounidenses.
La breve imagen en la que se ven a la monarca y a la primera dama estadounidense con los brazos cruzados por la espalda ha sido emitida en ralentí una y otra vez en las televisiones de EE.UU., en un intento de desvelar quién inició el gesto.
Aunque parece que fue la Reina la que extendió primero su brazo, algunos medios, como Los Angeles Times, considera que fue la Primera Dama de EE.UU., la que se saltó el primer mandamiento del protocolo británico: No tocar a la Reina.
Hay quien compara lo ocurrido este miércoles, incluso, con el atrevido guiño de ojo que le brindó el presidente George W. Bush a la Reina cuando visitó EE.UU. hace unos años, aunque en aquella ocasión el gesto no fue correspondido.
Algo diferente ocurrió ayer entre la Reina y la primera dama. Isabel II, que ha conocido a doce presidentes estadounidenses y está familiarizada con el relajo con el que se observan las normas de protocolo al otro lado del Atlántico.
Según las imágenes retransmitidas una y otra vez, la Reina fue la primera en extender su brazo por la cintura de Michelle Obama quien, como buena estadounidense, le correspondió con el mismo gesto.
Esta muestra de afecto causó un completo estupor en Gran Bretaña, donde los diarios se apresuraron a afirmar que nunca se había visto en publico a la Reina tan afectuosa en 57 años.
Algunos citan declaraciones de un portavoz del Palacio de Buckinham quitando hierro al asunto. "Es obvio que hubo una muestra de afecto mutuo. Pero no hay ofensa, La recepción era una reunión informal. No se rompió el protocolo".
Aunque los medios estadounidenses no se han mostrado tan escandalizados, si se preguntan si la Primera Dama fue "demasiado lejos" al prestarse al abrazo.
El jefe de internacional de la cadena NBC, Chris Hampson, aseguró que cuando se trata del protocolo real, forjado durante siglos, hay cosas que se pueden hacer y otras inimaginables, y entre estas se cuentan la de no tener las manos quietas en presencia de un monarca.
"¿Que será lo siguiente? -se preguntaba el comentarista- A lo mejor a Michelle Obama le da por invitar a la Reina a un pícnic en la playa. ¿Otra alita de pollo picante, Su Majestad?".
De EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario