martes, 28 de abril de 2009

A juicio por muerte de mexicano


POTTSVILLE, Pensilvania/AP — El juicio contra dos jóvenes blancos por el asesinato a golpes de un inmigrante mexicano comenzó ayer lunes en Pottsville, un crimen que la fiscalía ha calificado de crimen por prejuicio racial, un caso que ha dividido a la opinión pública de la región.
La fiscalía dijo que los acusados atacaron al hombre debido a su raza, mientras que la defensa está tratando de presentar a la víctima como agresor.
Brandon Piekarsky, de 17 años y Derrick Donchak, de 19, son acusados por la muerte en julio de Luis Ramírez, un jornalero y obrero de 25 años que ingresó sin papeles a Estados Unidos hace siete años.
Ramírez era oriundo de Iramuco, en el estado de Guanajuato.
Los fiscales el lunes dijeron que el asesinato era un crimen por intolerancia racial. Los dos adolescentes, jugadores de fútbol estadounidense, habían estado bebiendo con amigos antes de cruzarse con Ramírez en un parque en Shenandoah, un poblado minero 128 kilómetros al noroeste de Filadelfia.
Los jóvenes gritaron epítetos racistas mientras atacaban a puñetazos y patadas al mexicano, le dijo al jurado el fiscal Robert Franz.
“Ellos le dijeron que regresase a México. Le dijeron ‘Esta es Shenandoah. No tienes nada que hacer aquí’”, dijo.
Luego que Ramírez cayó al suelo inconsciente, “Brandon Piekarsky plantó el pie y pateó violentamente al señor Ramírez en la cabeza”, dijo Franz. “Ha sido descrito como si alguien estuviese pateando una pelota”.
Ramírez murió 30 horas más tarde.
Piekarsky fue acusado de homicidio, mientras que Donchak enfrenta cargos de agresión agravada. Los dos amigos, que van a ser enjuiciados juntos, están acusados también de intimidación racista.

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