NUEVA YORK — Mientras las 12 juntas comunitarias de El Bronx hacían felices ayer a miles de fanáticos, —en su mayoría niños—, entregándoles 12,000 boletos gratis para entrar al nuevo Yankee Stadium a ver el juego de práctica inaugural del equipo, la alegría no era la misma para muchos residentes del área, que ayer se quejaban de que el estadio de $1,500 millones fuera construido primero que los parques en los 22 acres que el equipo tomó de la comunidad.
Y es que los jardines y espacios recreativos que la ciudad prometió construir en sustitución de los parques Macombs Dam y John Mullaly cedidos para la construcción del nuevo Yankee Stadium, aún están en construcción.
La razón de los retrasos, según Phil Abramson, portavoz del Departamento de Parque y Recreación de la ciudad, se debe a varios factores, entre ellos a remedios medio ambientales en las áreas escogidas para la construcción, y al incremento en los costos.
Willie Collazo, de 51 años, quien se ejercitaba ayer en la cancha de campo y pista que la ciudad improvisó en un estacionamiento hasta que se terminen de construir los parques que le deben a la comunidad, dijo que “la ciudad debió terminar los parques antes de que los Yankees terminaran el estadio”.
“Aquí no hay baños, ni fuentes de agua para beber. Ahora mismo yo estoy botando humo del calor y esto ni siquiera queda cerca de una bodega para ir a comprar una soda. En el parque donde se construyó el nuevo estadio había todas las facilidades”, se quejó Collazo.
La ley requiere que la ciudad reemplace todas las instalaciones de recreación tomadas por el estadio, y la mayoría de éstas se planean reemplazar en techos de los nuevos estacionamientos que todavía están por construirse.
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