domingo, 19 de abril de 2009

Piratas atacan buque, OTAN libera a 20 tripulantes


Escrito por: Por KATHARINE HOURELD y TODD PITMAN
NAIROBI (AP) .- Piratas somalíes atacaron dos buques en el Golfo de Adén y lograron capturar una draga belga y a sus diez tripulantes, pero las fuerzas de la OTAN detuvieron a siete somalíes que participaron en el ataque a otra embarcación y liberaron a 20 pescadores yemeníes secuestrados por los bandidos.
Mientras los piratas forzaban al buque belga a dirigirse al norte hacia Somalia, a 700 kilómetros (430 millas) de distancia, una nave militar española y dos buques franceses se dirigían a toda velocidad hacia el lugar para tratar de interceptarla.
En Bruselas, funcionarios del gobierno sostuvieron una reunión de emergencia para discutir la situación y una posible intervención.
El drama en alta mar puso de manifiesto los peligros en las aguas más allá de las costas somalíes y el este del Africa pese a los esfuerzos de una flotilla internacional que incluye barcos de guerra de Estados Unidos y la Unión Europea.
Piratas de la anárquica Somalia han atacado 80 barcos este año y tienen en su poder a 18 embarcaciones y más de 310 tripulantes como rehenes.
En el primer ataque del sábado, los piratas capturaron el Pompei, de bandera belga, en el Océano Indico, a unos pocos centenares de kilómetros (millas) al norte de las islas Seychelles, dijo el subcomandante Alexandre Santos Fernandes, que viaja con la flota de la OTAN que patrulla la región.
Bélgica reportó que el barco emitió tres señales de alarma el sábado antes del alba indicando que era atacado camino a las Seychelles, donde se dirigía con una carga de concreto y piedras. Tenía diez tripulantes: dos belgas, un capitán holandés, tres filipinos y cuatro croatas.
“No hay contacto con los piratas ni la tripulación ni terceras partes”, dijo a la prensa Jaak Raes, director general del Centro Belga de Crisis. “Estamos seguros de que el barco se dirige ahora a la costa de Somalia”.
Unas pocas horas después, otros piratas más al norte en el Golfo de Adén atacaron un buque-cisterna con bandera de las Islas Marshall con cohetes y armas ligeras. Fernandes dijo que el barco, el Handytankers Magic, emitió una señal de socorro a la madrugada pero escapó de los piratas usando “velocidad y maniobras evasivas”.
Una fragata holandesa de la fuerza de la OTAN respondió inmediatamente. Siguió a los piratas “en un pequeño esquife blanco, que trató de eludirlos y se dirigió a un barco pesquero de bandera yemení” que había sido capturado por los piratas el jueves, dijo Fernandes.
Agregó que los piratas usaban el buque yemení como base que permite que sus pequeños esquifes operen lejos de las costas somalíes.
Los piratas abordaron el pesquero y poco después les siguieron comandos holandeses, que liberaron a 20 pescadores cuyas nacionalidades no se conocen. No hubo ningún tiroteo y los holandeses se incautaron de siete fusiles Kalashnikov y un cohete lanzagranadas.
Siete piratas somalíes fueron detenidos pero dejados en libertad poco después “porque la OTAN no tiene ninguna política de detenciones”, dijo Fernandes. Los siete no podían ser arrestados ni retenidos debido a que fueron capturados por holandeses y ni los piratas, las víctimas ni el barco eran holandeses, explicó.
El Golfo de Adén —una vía expeditiva vital entre Europa y Asia— es una de las rutas navieras más transitadas del mundo. Por eso ha atraído a los piratas, que pueden ganar un millón de dólares o más en rescate por cada barco capturado.
Los piratas capturados en el mar por buques de guerra podrían ser juzgados en cualquier sitio, desde Mombasa a Nueva York, París o Rotterdam, pero la mayoría son dejados en libertad, pese al riesgo de que vuelvan a delinquir debido a obstáculos legales.
Entre las dificultades que enfrentan los fiscales se encuentra reunir testigos dispersos por el mundo y hallar intérpretes.
Muchos países se resisten a llevarse a los piratas para juzgarlos por temor a quedarse con ellos una vez que completen sus posibles penas de prisión. Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña han firmado acuerdos con el vecino al sur de Somalia, Kenia, despejando el camino para que se ventilen varios juicios en la ciudad portuaria de Mombasa.
Y el caso notorio más reciente —un pirata capturado por la armada estadounidense después del intento de secuestro del Maersk Alabama, de bandera estadounidense— será juzgado en Nueva York.

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