El dolor de espalda no solo les pasa a las personas mayores, a los que sufren de la columna o a las embarazadas. El dolor de espalda le puede ocurrir a cualquier persona que adopta posiciones inadecuadas o hace actividades o movimientos bruscos.
Entonces, resulta obvio que debemos incorporar a nuestra vida diaria el hábito de mantener una postura adecuada al sentarnos, pararnos, al dormir y en toda acción que realicemos.
Otro hábito que debes adoptar es mantener un ritmo continuo de actividad física ligera para fortalecer tu espalda y así hacerla más resistente al dolor. Además, la actividad física mejora la circulación en los músculos, lo que acelera la recuperación de una lesión.
Y el último hábito que debes mantener es llevar una dieta saludable que aporte los nutrientes necesarios para la reparación del tejido muscular. Asimismo, debes procurar una buena ingesta de calcio para fortalecer tu columna y evitar la osteoporosis.
Por último, una alimentación sana te ayudará a mantener el peso ideal, la fortaleza y tonicidad muscular, y por tanto evitará que el sobrepeso sobrecargue tu espalda.
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