MEXICO/AP — El alcalde de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, dijo que un grupo de reclusos se amotinó ayer en una cárcel por las restricciones impuestas para impedir que el virus de la gripe porcina infecte a los reclusos.
Sin embargo, horas después el secretario de Gobierno del DF, José Ángel Ávila, aseguró que sólo fue una pelea entre reos que estaban por comenzar un partido de fútbol en las instalaciones del penal y en secuela a una riña anterior entre unos 30 presos.
Pero los reclusos desplegaron al menos tres mantas gigantescas con mensajes pidiendo “comida, luz, beneficios, libertades y mota (marihuana)”.
Ebrard había dicho que no se registraron lesionados ni muertos en la reyerta, que inició en horas de la mañana del viernes en el Reclusorio Norte, y que fue controlada.
Ávila aseguró que unos siete presos presentaron lesiones leves, pero que estaban en buen estado de salud.
Fotos divulgadas en varios medios mostraban columnas de humo saliendo del penal en horas tempranas, pero no se informó sobre daños.
Ávila explicó que unos 200 familiares, al enterarse de la pelea, llegaron al lugar, y al saber que estaba todo bajo control iniciaron los reclamos para hacerle llegar comida sus parientes presos, como acostumbran hacer los fines de semana, pero que fue prohibido entre las medidas para impedir que la gripe porcina afecte a los internos, igual que ingreso de visitas.
“No hay ningún hecho que lamentar... se trató simplemente de una riña de dos equipos de internos”, dijo Ávila a medios de comunicación.
sábado, 2 de mayo de 2009
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