miércoles, 23 de enero de 2019

Pareja que murió dejando propina en hotel de Nueva York eran amigos con pacto suicida.

Músicos, jóvenes, físicamente sanos y sin ningún problema grave aparente. El cuadro perfecto para la felicidad. Pero esto dos amigos estaban tan deprimidos que decidieron suicidarse juntos en Yotel, albergue vanguardista de Nueva York, no muy lejos de donde vivían. Lo hicieron de manera fuerte y a la vez tan artística que dejaron cartas y hasta propina para la camarera.
David Koenig (33) de Ridgewood, Queens; y Ellen O’Meara (30) de Park Slope, Brooklyn, tenían una amistad que algunos veían como un amor platónico. “Sus amigos estaban muy molestos, pero no sorprendidos” por lo sucedido, dijo una fuente de la policía, citada por New York Post.
La pareja fue hallada muerta la noche del jueves 17 de enero en la cama de la habitación 1830 del hotel ubicado en la 10ma Avenida con calle 42, en Manhattan.
Se supone que no tuvieron ayuda. Prepararon solos la escena hasta el mínimo detalle, escribiendo notas y testamentos, dejaron diez billetes de $20 dólares para la camarera y hasta cubrieron con una sábana la vista al lecho donde sus cadáveres serían hallados. “No mires detrás de la cortina. Estamos muertos. Esto es para ti”, escribieron.
Trataron de ser lo menos problemáticos posible, dejando la habitación muy ordenada, apuntó la fuente. Luego se acostaron juntos  y se asfixiaron con óxido nitroso y una bolsa de plástico compartida. Debajo de la cama dejaron un libro en inglés titulado “Suicidio e intento de suicidio: métodos y consecuencias”, de Geo Stone, marcado en la sección sobre asfixia.
“Es casi como si desde el primer día que estas dos personas se conocieron”, hace aproximadamente un año, “sabían que iban a morir juntos”, agregó la fuente, citando a allegados.
Su corta nota de suicidio, cuidadosamente escrita a mano, no dejó pistas. Pedían disculpas porque simplemente ya no podían vivir.
“Era muy privada”, dijo Katherine Zeppelin, vecina de 54 años de O’Meara. “Ella nunca tuvo ningún amigo de visita. Nunca vi a ningún hombre en absoluto”.
Uno de los últimos actos de Koenig fue enviar un mensaje de texto al percusionista de su banda independiente, “Cesspool”, diciéndole que no iría a la práctica acordada.
Un investigador de la Oficina Forense de la ciudad coincidió en que el incidente fue un suicidio doble planeado estratégicamente..........Fuente:eldiariony.com

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