Los flamencos son aves fascinantes no sólo por el colorido de sus
plumas, sino además por la singularidad de su conducta. Su forma de
comer filtrando el agua con la cabeza invertida; su elegante cortejo; la
construcción de sus nidos, montículos de hasta un pie de altura, hechos
con lodo, piedrecitas, paja y plumas, que protegen sus huevos y sus
polluelos del calor y de las inundaciones; la forma en que crían sus
polluelos…
La construcción de los nidos comienza 6 semanas antes
de la postura y en ella participan tanto el macho como la hembra. La
pareja hace una depresión no muy profunda en la parte superior, donde la
hembra pone el huevo. Continúan reparando el nido durante la
incubación.
El vínculo conyugal monogámico es muy fuerte, aunque se han observado individuos con más de una pareja.
El
pico del flamenco, que le permite filtrar el agua, se adapta al
alimento que ingiere: algas, larvas y pupas de insectos y crustáceos de
aguas salobres. El color rosado del flamenco del Caribe (Phoenicopterus
ruber), imprescindible para el cortejo, se debe a su dieta alta en
pigmentos carotinoides alfa y beta, los cuales consiguen en las algas y
en varios invertebrados que son el grueso de su dieta.
Ponen un
solo huevo y raras veces dos. Tienen la misma forma que los de gallina
pero pesan el doble. La incubación comienza inmediatamente después de la
postura y dura entre 27 y 31 días. Macho y hembra se turnan en la
incubación de los huevos y el cuidado de las crías. Los padres giran el
huevo con su pico para que el calor sea homogéneo. Si un huevo se cae
del nido se pierde, pues los padres no pueden retornarlo.
El
polluelo tarda en salir del cascarón entre 24 y 36 horas, durante las
cuales pía con frecuencia, llamado que es respondido por sus padres.
Los
polluelos rompen el cascarón con el "diente del huevo", una diminuta
protuberancia en la punta del pico que luego desaparece. Durante todo
el proceso los padres lucen ansiosos, mirando atentamente al huevo y
emitiendo sonidos. Abandonan el nido entre los 4 y 7 días, cuando ya son
capaces de caminar, siempre bajo la vigilancia atenta de sus padres.
Los polluelos forman grandes grupos similares a una "guardería" de
niños. Los padres reconocen a sus crías a simple vista y por sus
vocalizaciones, y sólo alimentan a sus propios hijos. Los adultos (Macho
y hembra) los alimentan con una "leche" producida en el estómago por la
hormona prolactina, cuya composición es similar a la leche de los
mamíferos. Esta leche es roja debido al pigmento canthaxanthin, que se
almacena en el hígado y produce el color de las plumas cuando crecen.
Una
conducta de los flamencos que llama la atención de los Homo sapiens es
descansar sobre una pata. Como alternan las patas para descansar,
algunos especialistas creyeron que este hábito conducía a evitar el
cansancio y estimular la circulación. Estudios recientes sugieren que el
fin es disminuir la pérdida de calor. Como las patas de los flamencos
son largas y no están cubiertas de plumas, es el área por donde pierden
más calor. Parándose en una pata reducen la pérdida en un 50% por
ciento. Esta hipótesis es fortalecida por el hecho de que el hábito es
más frecuente cuando el animal está dentro del agua, donde la
temperatura es más baja. Algunos autores creen que descansar en esta
posición también reduce la exposición de las patas a los hongos y las
bacterias presentes en el agua...Fuente:Diariolibre.com
martes, 27 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario