Washington, (EFE).- Los estadounidenses
deciden hoy si renuevan en el cargo por cuatro años más al actual
presidente, el demócrata Barack Obama, o si entregan la Casa Blanca a su
oponente republicano, el exgobernador y hombre de negocios Mitt Romney.
Después de casi un año de agotadora campaña, los
ciudadanos están llamados hoy finalmente a votar en estas elecciones
nacionales.
Hay más de 238 millones de adultos con el derecho
al voto en EE.UU., pero sólo 178 millones, tres cuartos, se han inscrito
en el censo electoral.
Se trata de unos comicios especialmente reñidos y,
según los analistas, el resultado de la votación podría demorarse hasta
bien entrada la madrugada.
Los primeros colegios en los estados de la costa
este abrirán entre las 11.00 y las 12.00 GMT, y los primeros cierres se
producirán alrededor de las 00.00 GMT del miércoles.
Los contendientes se han mantenido empatados hasta
el final en todas las encuestas y aún hoy, día de la votación, el
republicano Romney aprovechará los últimos minutos para intentar
atraerse a los indecisos en Ohio y Pensilvania, dos de los estados que
podrían inclinar la balanza hacia cualquiera de los dos bandos.
Los estadounidenses acuden hoy a las urnas para
renovar también todos los 435 escaños de la Cámara de Representantes y
un tercio de los 100 que componen el Senado, y elegir asimismo a los
gobernadores de 11 estados y dos territorios libres asociados (Puerto
Rico y Samoa).
Si la elección del presidente permanece
completamente abierta, no se esperan cambios espectaculares en la
composición del Legislativo.
Según los sondeos y la mayoría de los analistas,
la Cámara de Representantes seguirá bajo control de los republicanos,
aunque tal vez con una mayoría más exigua, mientras que los demócratas
conservarán su pequeña mayoría en el Senado.
Como en cada elección, la cita con las urnas será
hoy también la ocasión para que el electorado se pronuncie sobre una
larga serie de cuestiones legislativas a nivel estatal, no menos de 170,
algunas de las cuales obedecen a iniciativas ciudadanas, desde la
supresión de la pena de muerte hasta la construcción de casinos o la
regulación del sueldo de los políticos.
En su último discurso de anoche, el candidato
republicano, Mitt Romney, reiteró que él es quien representa el "cambio
real", porque el actual presidente no tiene más ideas para sacar al país
del estancamiento económico.
"Si están cansados de estar cansados, voten por un
cambio real (...) Caminen conmigo, a partir de mañana comienza un nuevo
mañana", aseguró Romney en Manchester, Nuevo Hampshire, un pequeño
estado de la costa noreste.
Romney insistió en Nuevo Hampshire, donde ganó en
las primarias republicanas de enero pasado, en la ineficacia de los
cuatro años de gobierno del presidente Obama en materia económica y
ofreció como alternativa su intachable currículo empresarial.
"Obama no cumplió sus promesas. El presidente
prometió cambios, pero los cambios no se miden en discursos, se miden en
logros. Y yo tengo un historial de haber cumplido", dijo Romney, de 65
años.
Por su parte, el presidente volvió a pedir en Ohio
más tiempo para completar sus políticas, que han permitido a EE.UU.,
según recordó, capear la peor recesión por la que ha tenido que
atravesar el país desde la década de 1930.
"Nuestro trabajo no está aún terminado. Siempre
que haya un solo estadounidense que busque un empleo y no lo
encuentre... siempre que haya familias en Ohio, en el país, que trabajen
duro y se queden atrás, no estamos acabados. Siempre que haya niños en
este país que languidecen en la pobreza y no tienen oportunidades,
nuestra lucha continúa", aseguró Obama en un estadio atestado de
pancartas azules.
El presidente finalizó el lunes su campaña por la
reelección en Iowa, el estado "donde todo comenzó" en 2008 con una
inesperada victoria en las primarias de su partido que marcó el inicio
de su "movimiento por el cambio".
"Iowa, en 2008 vuestra voz cambió el mundo", dijo
un emocionado Obama en el último mitin de su campaña celebrado al aire
libre en la ciudad de Des Moines, donde estuvo arropado por su mujer,
Michelle, el cantante Bruce Springsteen y unas 20.000 personas.
Hoy por la noche, una decena de estados tendrán la
llave de la Casa Blanca y todos los ojos estarán puestos en ellos:
Florida, Ohio, Pensilvania, Virginia, Carolina del Norte, Colorado,
Michigan, Iowa, Nevada, Nuevo Hampshire y Wisconsin.
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