HATO MAYOR/Elnuevodiario.- El 16 de noviembre del 2005,
María Altagracia Bastardo Santana, una humilde mujer de la comunidad de
El Coco a siete kilómetros al sur de Hato Mayor, alumbró una pareja de
gemelas en el hospital Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, pero
asegura que al salir del centro solo recibió una viva, diciéndole que la
otra murió en la incubadora, pero nunca le entregaron el acta de
defunción ni el cadáver; y ahora cree que está viva y la está
reclamando.
“Ellos me hicieron una cesárea y yo sentía cuando
me desprendían la niña y la vi las dos vivas cuando la llevaban a la
incubadora, pero a los seis días, me dicen que se murió y no me dieron
el cadáver ni el acta de defunción y eso está raro”, dijo.
Dijo sospechar que es cierto que le robaron su
niña, porque vecinas aseguran que han visto la otra niña idéntica en una
tienda de Hato Mayor, andando con una mujer en una pasola.
Explicó que como las niñas estaban en incubadoras,
a ella le dieron de alta, pero antes fue a la sala postparto y vio su
dos niñas vivas, pero que una enfermera le dijo “que qué iba hacer yo
con dos niñas, porque ellas comen demasiado y consumen muchos pampers
diario”.
Sostuvo que se pasó seis días en casa de una
hermana en San Pedro de Macorís y que al regresar al centro asistencial
le comunicaron que murió una gemela, sin entregarle acta de defunción ni
el cuerpecito, para ella sepultarle.
“He acudido a la prensa para que me ayuden a
soltar este nudo, que me oprime el corazón, porque tengo la corazonada
de que mi otra gemela está vivita y coleando”, significó.
Denunció que a casi siete años de haber ocurrido
la desaparición de su gemela, las autoridades del Antonio Musa no le han
entregado el record de su hija, ni el acta de defunción que certifique
que está muerta.
Sostuvo que viaja semanalmente a San Pedro de
Macorís, “tratando de ver a la enfermera que me hizo el parto” y que
sospecha sabe de su hija, pero que médicos del centro de salud estatal,
se niegan a ayudarle a localizarla.
“Este caso está acabando con mi vida, quisiera que
alguien me ayude descifrar este enigma, porque seguro que me hija está
en brazos de otra mujer que no es su madre”, amplió con lagrimas
corriendo por sus párpados.
LA REVELACIÓN
“Yo tuve una revelación y una señora me dijo en
sueño, qué cuántos niños yo tenía, porque me iba a ser una botella para
que yo me limpie y le dije que dos y la mujer me habló y mi dijo eso
crees tú, tienes tres, porque la otra niña no murió, porque fue una
enfermera del Musa que se la vendió a una mujer”, contó la atribulada
mujer.
Sostuvo que la gemela que está con ella, Angélica
María, dice ver a su otra hermanita y que le habla a menudo al tronco de
un árbol en la comunidad de El Coco, a 11 kilómetros al sur de Hato
Mayor.
Manifestó que su dilema aumentó cuando fue a
llevar a la niña que tiene a vacunar y que una enfermera le preguntó
que por qué no llevó su otra niña a vacunar, “porque son gemelas”.
Rosa Angélica Bastardo Santana, la gemela que está
con su madre, asegura que habla con su hermana y que la ve a cada rato
al tronco de un árbol en el patio de la casa en la comunidad de El
Coco.
“Mi manita es blanquita como yo y quiero que me la regresen a casa, para yo jugar con ella”, habla con soltura Rosa Angélica.
Autor: Manuel A. Vega
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