viernes, 6 de marzo de 2015

Niegan apelación a dominicano condenado que niega nacionalidad y afirma es “boricua” .

NUEVA YORK/Elnuevodiario._ Usando un viejo truco, Rafael Jiménez, acusado por el asesinato de un hombre en El Bronx, al que lo insultó con la obscena palabra de “mama g…”, por lo que fue ubicado como dominicano, ya que el sucio vocablo es frecuente en esa nacionalidad tanto en la República Dominicana como en el exterior, negó que es nativo del país caribeño, alegando que es “boricua”, por lo que no pudo haberle voceado la palabra a la víctima, antes de matar al hombre.
Ha hecho varios intentos y en su más reciente reclamo, un panel de jueces de la Corte de Apelación, le negó la solicitud de que se anule su sentencia de 25 años, por el homicidio de Michael Brana en 1992, en las inmediaciones del estadio de los Yankees.
Pero Jiménez, insiste en que él no es dominicano, sino "boricua" y alega que el hombre que mató a la víctima, es un criollo, porque los puertorriqueños usan el vocablo “cabrón” que significa “cornudo” y la consideran la palabra más obscena entre los nativos de Borinquen.
Pero los fiscales, recalcan que Jiménez, es el mismo sujeto que asesinó a Brana el 25 de junio de 1992 en las inmediaciones del estadio de los Yankees y que su versión, no tiene asidero, además de las evidencias que lo condenaron y varios testigos que afirmaron haberlo visto disparando.
El homicidio de Brana, estuvo motivado en una disputa de drogas.
La sucia palabra, usada por casi la mayoría de dominicanos y dominicanas para insultar a otros, ha querido ser utilizada por Jiménez para zafarse de la larga sentencia por el asesinato.
Sostiene que jamás la usaría, porque es nativo de Puerto Rico y no de la República Dominicana y que en su isla natal, se utilizan palabras insultantes diferentes como "cabrón" para ofender a otros.
Los fiscales dicen que Jiménez, pudo haber usado la palabra "mama g…", como mucha gente usa el término "yiddish" para referirse a familiares.
"La idea de que el acusado, nunca podría haber utilizado esa blasfemia dominicana, es absurda", dijeron los fiscales de El Bronx.
"La afirmación del señor Jiménez, parece tan poco realista, como decir que una persona que no sea judía, nunca llamaría shmuck, a un judío", agregan los fiscales.
Además de los 25 años, Jiménez, fue condenado con opción a cadena perpetua, lo que significa que la Junta de Libertad Bajo Palabra, puede negarle la liberación condicional, cuantas veces quiera.
El crimen fue cometido a dos cuadras del viejo estadio de los Yankees, en la avenida River y la calle 161 en El Bronx.
Una abogada de la organización no lucrativa "Iniciativa por la Libertad", Rebecca Freedman, está pidiendo al juez anular el veredicto original y hacer un nuevo juicio.
Los documentos de la corte, revelan que en el momento del asesinato, el homicida, profirió palabras soeces e insultos, característicos de los dominicanos y no de los boricuas, como "mama g…", una de las frases que le gritó el asesino a la víctima, antes de dispararle.
La abogada dice que en vez de esa palabra soez, los boricuas usan "cabrón", que es un insulto equivalente.
Pero testimonios del superintendente puertorriqueño del edificio, frente al cual ocurrió el homicidio, dijeron que el matón era "dominicano" por las palabras insultantes que usó.
Luego se retractó, explicando que si hubiera sabido que Jiménez, no era dominicano, jamás lo habría incriminado. "El señor Jiménez, no es el asesino", sostiene el superintendente. "Nosotros, los puertorriqueños, usamos la palabra cabrón y los dominicanos no", añadió el administrador del edificio.
"Hago esta declaración, porque creo que testifiqué contra un hombre inocente", dijo el superintendente en una nueva declaración jurada.
Relató que en repetidas veces, les mintió a los investigadores de la policía, diciéndoles que el presunto asesino era un "dominicano". Insistió en que "nunca hubiera identificado a Jiménez en el juicio si hubiese sabido que él no era dominicano".
El detective a cargo del caso, también es acusado de tergiversar las evidencias, porque creía que Jiménez, era "dominicano".
Carmen Velásquez, esposa boricua de Jiménez, también le dijo a la policía que su marido es "dominicano". La defensa del reo dice que la mujer no vio a Jiménez disparándole a la víctima, "sino a un misterioso dominicano".
Jiménez, tenía 17 años en el momento en que el tirador mató a Brana y estaba en libertad condicional por posesión de drogas, un delito menor.
Está recluido en una cárcel estatal en el suburbio rural de Poughkeepsie y arguye que "un puertorriqueño, nunca usa la palabra ofensiva mama g…" para insultar a otros.
"Soy inocente, yo no soy un asesino. No soy la persona que creen que soy ni la que me dijeron que era", dijo Jiménez desde la cárcel.
"Es indescriptible, como a uno le arrebatan injustamente un tercio de la vida", agregó el recluso.
La Oficina del Fiscal del Distrito de El Bronx, había prometido una revisión completa del caso de Jiménez.
El condenado, ha sometido tres apelaciones en 1996, el 2001 y en el 2014, pero en ninguna, alegó la diferencia étnica en el uso de palabras soeces entre boricuas y dominicanos. Su tercer intento fue hecho la semana pasada.
El preso tiene ahora 40 años de edad.
Por Miguel Cruz Tejada

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