¿Cuánto cuesta comprar a un niño de ocho años para hacerlo
pasar por su hijo en la frontera y reclamar así asilo más fácilmente en
Estados Unidos? Sólo 130 dólares en Guatemala, según una investigación
periodística.
Le contamos cómo lo hacen y cómo trata de evitarlo el Gobierno de Donald Trump.
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras interceptó a 92,607 personas en marzo, de las que 53,077 eran familias. En total, en lo que va de año fiscal (desde el inicio de octubre), se ha frenado a 361.087 personas, de las que 135.605, es decir, cuatro de cada 10, viajaban en familia.
En abril fueron más de 98,000, de los que 58,000 fueron familias, un nuevo récord, según el diario The Washington Post.
En su mayoría son emigrantes centroamericanos que dejan sus países junto a sus hijos huyendo de la pobreza y la inseguridad. En la frontera, los menores no acompañados y las familias con hijos pequeños reciben un tratamiento diferente a los adultos, que se traduce por ejemplo en un tiempo muy reducido de encarcelamiento en centros de detención una vez pasado el primer trámite de asilo.
Por ello, el Departamento de Seguridad Nacional ha denunciado que hay adultos que se hacen pasar por familias, alquilando en el mejor de los casos a menores que fingen ser sus hijos, aprovechándose de las necesidades económicas de sus padres, o secuestrándolos o mediante los traficantes de personas.
Desde abril de 2018 se han descubierto 3,100 casos de fraude entre las 260,000 personas que han sido interceptadas intentando entrar al país en familia, según el diario Arizona Daily Star.
El Departamento de Seguridad Nacional no ha detallado de qué tipo de
fraude se trata, pero el citado diario ha encontrado algunos casos en
los que adultos se hacían pasar por menores de edad, o intentaban
demostrar ser padres de menores, usando para ello certificados de
nacimiento falsificados.
En una ocasión, un par de hombres mexicanos pagó 260 dólares por los certificados de nacimiento auténticos de un hombre guatemalteco y de un menor con su mismo apellido, y cruzaron la frontera haciéndose pasar por padre e hijo. Fueron condenados a 20 días de prisión y luego deportados.
El caso más serio es el de un hombre guatemalteco, Maynor Velásquez Molina, que pagó 130 dólares a una familia para que le permitieran usar a su hijo de ocho años para cruzar la frontera. Además, pagó otros 130 dólares por una cerficado de nacimiento falsificado.
Entraron así, el hombre y el niño, por Lukeville (Arizona) el 18 de febrero en un grupo de más de un centenar de inmigrantes, enseñando el certificado que, cuatro días después, los agentes determinaron falso.
El hombre confesó que “buscó a un niño en Guatemala para cruzar la
frontera de México a Estados Unidos con él porque le habían dicho que
era más fácil entrar así”, según la denuncia presentada en su contra.
El Departamento de Seguridad Nacional ha puesto en marcha un programa piloto “sin precedentes” para hacer pruebas genéticas de ADN a las familias de inmigrantes que piden asilo en la frontera mexicana con el objeto de combatir este tipo de fraude...........Fuente:eldiariony.com/Telemundo
Le contamos cómo lo hacen y cómo trata de evitarlo el Gobierno de Donald Trump.
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras interceptó a 92,607 personas en marzo, de las que 53,077 eran familias. En total, en lo que va de año fiscal (desde el inicio de octubre), se ha frenado a 361.087 personas, de las que 135.605, es decir, cuatro de cada 10, viajaban en familia.
En abril fueron más de 98,000, de los que 58,000 fueron familias, un nuevo récord, según el diario The Washington Post.
En su mayoría son emigrantes centroamericanos que dejan sus países junto a sus hijos huyendo de la pobreza y la inseguridad. En la frontera, los menores no acompañados y las familias con hijos pequeños reciben un tratamiento diferente a los adultos, que se traduce por ejemplo en un tiempo muy reducido de encarcelamiento en centros de detención una vez pasado el primer trámite de asilo.
Por ello, el Departamento de Seguridad Nacional ha denunciado que hay adultos que se hacen pasar por familias, alquilando en el mejor de los casos a menores que fingen ser sus hijos, aprovechándose de las necesidades económicas de sus padres, o secuestrándolos o mediante los traficantes de personas.
Desde abril de 2018 se han descubierto 3,100 casos de fraude entre las 260,000 personas que han sido interceptadas intentando entrar al país en familia, según el diario Arizona Daily Star.
En una ocasión, un par de hombres mexicanos pagó 260 dólares por los certificados de nacimiento auténticos de un hombre guatemalteco y de un menor con su mismo apellido, y cruzaron la frontera haciéndose pasar por padre e hijo. Fueron condenados a 20 días de prisión y luego deportados.
El caso más serio es el de un hombre guatemalteco, Maynor Velásquez Molina, que pagó 130 dólares a una familia para que le permitieran usar a su hijo de ocho años para cruzar la frontera. Además, pagó otros 130 dólares por una cerficado de nacimiento falsificado.
Entraron así, el hombre y el niño, por Lukeville (Arizona) el 18 de febrero en un grupo de más de un centenar de inmigrantes, enseñando el certificado que, cuatro días después, los agentes determinaron falso.
El Departamento de Seguridad Nacional ha puesto en marcha un programa piloto “sin precedentes” para hacer pruebas genéticas de ADN a las familias de inmigrantes que piden asilo en la frontera mexicana con el objeto de combatir este tipo de fraude...........Fuente:eldiariony.com/Telemundo
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