lunes, 20 de mayo de 2019

¿Cómo funcionan los bolígrafos de tinta borrable?.

Un gran invento este de los bolígrafos con tinta que se puede borrar.
Claro que para escribir algo que después se pudiera borrar ya teníamos los lapiceros, mucho más económicos. ¿Entonces?
Parece que está implantada en la sociedad la idea de que un escolar hace un salto como de calidad cuando abandona el lápiz para pasar al bolígrafo de tinta. Algo así como que se va haciendo más mayor, ya no está aprendiendo a escribir, ya no se equivoca tanto, ya no ha de rectificar… ¿seguro?
En absoluto, los errores se siguen produciendo y las gomas de tinta, correctores líquidos y demás son un complemento indispensable. Para escolares y adultos.
Así que si se prefiere escribir con bolígrafo pero se quiere poder borrar, estos bolígrafos son la solución. De ahí su éxito: 1.500 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
¿Y cómo funciona? ¿Cómo es posible que la tinta se borre?
El secreto reside en su tinta especial, una tinta metamórfica compuesta de microcápsulas que contienen una mezcla homogénea de 3 componentes:
  • el propio colorante
  • el compuesto desarrollador del color
  • el regulador de color sensible a la temperatura
El colorante es el que determina el color de la tinta pero es necesaria su unión química con el compuesto desarrollador del color, lo que ocurre a temperatura ambiente. Así el bolígrafo tiene tinta de un color determinado y podemos escribir con él.
Pero si sube la temperatura, la sustancia reguladora del color impide la combinación de las otras dos y el color no se manifiesta, la tinta se vuelve invisible. Ojo, no desaparece, pero ya no se muestra color.
Así que si acercamos lo escrito a una fuente de calor como una plancha o metemos el escrito en un microondas, el calor hace que la tinta desaparezca.
Como eso no es muy cómodo, el bolígrafo lleva una goma (bueno, un plástico diseñado para producir un considerable aumento de temperatura por fricción), haciendo mucho más cómodo y selectivo el proceso de borrado.
Sencillo ¿no? ¿Cómo no se le había ocurrido a nadie antes de 2006, fecha del lanzamiento de este bolígrafo?
Bueno, en Pilot llevaban más de 30 años de investigación para resolver satisfactoriamente algunos problemas. A saber: el rango de temperatura y el tamaño de las microcápsulas.
Era necesario contar con un compuesto regulador de la temperatura que ofreciese un amplio rango. Ocurría al principio que un pequeño cambio de temperatura provocaba que la escritura desapareciera o reapareciera. Era necesario que la tinta se borrase cuando el usuario lo deseara.
En 2005 lograron un rango de más de 80ºC. Los colores se borran a los 65ªC y vuelven a aparecer a -20ºC.
Para el uso de la tinta en un bolígrafo era necesario reducir el tamaño de las partículas de tinta. El uso de tres sustancias tendía a agrandarlas.
Problema que resolvieron en 2002, al reducir el tamaño de las microcápsulas a entre 2 y 3 micrones, un quinto de su tamaño inicial.
¿Y debemos entonces utilizar esta tinta y olvidar el bolígrafo de tinta permanente?
Pues no, cada cosa para cada cosa. Este tipo de tinta sin duda es muy útil en muchas situaciones, pero no es aconsejable utilizarla en las ocasiones en las que no nos interesa de ninguna manera (ni accidental) que se borre. Por ejemplo en la firma de un documento oficial, en un examen, en una prueba escrita, apuntes escolares, anotaciones importantes…
Nota sabionda: 2 o 3 micrones equivalen aproximadamente a 1/40 del grosor de un pelo.
Nota sabionda: Existen bolígrafos que incorporan en la parte posterior un calentador parecido a un encendedor de coche. Al aplicar calor la tinta desaparece y sin dañar el papel por abrasión. También cuadernos de papel especial en los que se borra la tinta al introducirlos en el microondas. Y cuadernos con hojas de plástico en los que esta tinta agarra bien pero de las que puede ser retirada simplemente con un paño húmedo.
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