La posibilidad de que Lino Rivera sea ratificado
como dirigente de las Águilas Cibaeñas parece cuestión de tiempo.
Rivera, quien condujo al conjunto cibaeño a ganar su primer título de
campeón en una década, reveló que está en conversaciones con la
gerencia.
De su deseo de volver, el boricua lo ha reiterado varias veces.
“Actualmente estamos hablando sobre mi posible regreso”, declaró el manager campeón.
“Eso es algo importante para el club y para mi persona. Definitivamente yo quiero regresar”, sentenció en entrevista a Listin Diario ayer.
Cinco dirigentes aguiluchos, entre los que se cuentan los exitosos Félix Fermín y Tony Peña, así como los nortemamericanos Rick Sweet y Andy Barkett, además de un breve período de Manny Acta el año pasado, habían tratado de sacar al club del letargo de varios años sin ganar un campeonato.
Acta estuvo cerca de lograrlo el año pasado, pero perdió justamente ante los Tigres del Licey en un decisivo noveno partido de la final.
Le correspondió a su pupilo Rivera encumbrar a los amarillos a su más alto vuelo: “La corona 21”.
Lino define su primera experiencia de capataz con las Águilas como muy gratificante y satisfactoria, pues a pesar de enfrentar serios inconvenientes en el curso de la temporada, al final pudo saborear dulces mieles.
“No fue fácil... para mí, esta fue una temporada muy demandante desde el inicio de los entrenamientos en septiembre pasado debido a los casi 10 años que tenía el equipo de las Águilas sin lograr una corona de campeón”, admitió. “Éste uno de los conjuntos más emblemáticos de todo el béisbol caribeño, eso significó un gran compromiso y una presión constante”.
No obstante, indicó que “las metas trazadas se lograron y una vez más se demuestra que las cosas difíciles al final tienen mejor sabor”.
Lp bueno y malo
Al hacer un desglose del transcurrir de la estación que finalizó con un triunfo sobre los Tigres del Licey en un juego decisivo, Rivera resaltó la buena compenetración que tuvo con sus jugadores, siendo este el resultado de la motivación y confianza que siempre les dio.
“La aceptación de la directiva, jugadores, coaches y toda la gente del club house fue muy importante... también en el camino fue vital la confianza que depositaron en mi los jugadores, asi mismo, la que me dio Manny Acta y todo su equipo de trabajo y eso me hizo dar lo mejor de mi”, explica Lino
Durante la temporada Rivera tuvo que ausentarse del país por varios partidos para estar junto a su hermana Awilda en Puerto Rico, justo días antes de producirse su fallecimiento.
El estratega señala ese momento como “muy difícil “ pues tuvo que lidiar con esa amargura a su regreso de Borinquen para continuar dirigiendo a la novena aguilucha.
La tragedia provocada por el paso del huracán María que devastó Puerto Rico, además de problemas con su padre que sufrió un derrame cerebral incidieron en que en ese período mucha gente pensara que Lino, según sus propias palabras, no estaba muy enfocado en hacer su trabajo, a lo que manifiesta que “todo eso sirvió para hacerle más fuerte”.
“Yo siempre estuve muy concentrado y buscaba satisfacer la fanaticada y al final Dios me premió”, explica.
Una ves consumada la victoria final y tras ser testigo presencial del multitudinario desfile y la caravana del triunfo aguilucho que desbordó la ciudad de Santiago el pasado sábado, Rivera externa estar “embargado de felicidad” por ser parte de esa gran historia del título 21 de las Águilas.
“Valoro grandemente a la fanaticada aguilucha pues entendí que tenían toda la razón en presionar y ser exigentes... yo nunca tuve problemas con eso porque entiendo a la afición dominicana, eso era algo que este pueblo y toda la región esperaba, y al final, el hecho de poder ver la manera cómo festejaron y se gozaron el triunfo, me di cuenta que la corona no solamente le hacía falta a las Águilas, sino a todo Santiago y al béisbol dominicano por todo el ánimo que generó en la población ... de verdad que eso me llena de mucha alegría”, afirmó.
De su deseo de volver, el boricua lo ha reiterado varias veces.
“Actualmente estamos hablando sobre mi posible regreso”, declaró el manager campeón.
“Eso es algo importante para el club y para mi persona. Definitivamente yo quiero regresar”, sentenció en entrevista a Listin Diario ayer.
Cinco dirigentes aguiluchos, entre los que se cuentan los exitosos Félix Fermín y Tony Peña, así como los nortemamericanos Rick Sweet y Andy Barkett, además de un breve período de Manny Acta el año pasado, habían tratado de sacar al club del letargo de varios años sin ganar un campeonato.
Acta estuvo cerca de lograrlo el año pasado, pero perdió justamente ante los Tigres del Licey en un decisivo noveno partido de la final.
Le correspondió a su pupilo Rivera encumbrar a los amarillos a su más alto vuelo: “La corona 21”.
Lino define su primera experiencia de capataz con las Águilas como muy gratificante y satisfactoria, pues a pesar de enfrentar serios inconvenientes en el curso de la temporada, al final pudo saborear dulces mieles.
“No fue fácil... para mí, esta fue una temporada muy demandante desde el inicio de los entrenamientos en septiembre pasado debido a los casi 10 años que tenía el equipo de las Águilas sin lograr una corona de campeón”, admitió. “Éste uno de los conjuntos más emblemáticos de todo el béisbol caribeño, eso significó un gran compromiso y una presión constante”.
No obstante, indicó que “las metas trazadas se lograron y una vez más se demuestra que las cosas difíciles al final tienen mejor sabor”.
Lp bueno y malo
Al hacer un desglose del transcurrir de la estación que finalizó con un triunfo sobre los Tigres del Licey en un juego decisivo, Rivera resaltó la buena compenetración que tuvo con sus jugadores, siendo este el resultado de la motivación y confianza que siempre les dio.
“La aceptación de la directiva, jugadores, coaches y toda la gente del club house fue muy importante... también en el camino fue vital la confianza que depositaron en mi los jugadores, asi mismo, la que me dio Manny Acta y todo su equipo de trabajo y eso me hizo dar lo mejor de mi”, explica Lino
Durante la temporada Rivera tuvo que ausentarse del país por varios partidos para estar junto a su hermana Awilda en Puerto Rico, justo días antes de producirse su fallecimiento.
El estratega señala ese momento como “muy difícil “ pues tuvo que lidiar con esa amargura a su regreso de Borinquen para continuar dirigiendo a la novena aguilucha.
La tragedia provocada por el paso del huracán María que devastó Puerto Rico, además de problemas con su padre que sufrió un derrame cerebral incidieron en que en ese período mucha gente pensara que Lino, según sus propias palabras, no estaba muy enfocado en hacer su trabajo, a lo que manifiesta que “todo eso sirvió para hacerle más fuerte”.
“Yo siempre estuve muy concentrado y buscaba satisfacer la fanaticada y al final Dios me premió”, explica.
Una ves consumada la victoria final y tras ser testigo presencial del multitudinario desfile y la caravana del triunfo aguilucho que desbordó la ciudad de Santiago el pasado sábado, Rivera externa estar “embargado de felicidad” por ser parte de esa gran historia del título 21 de las Águilas.
“Valoro grandemente a la fanaticada aguilucha pues entendí que tenían toda la razón en presionar y ser exigentes... yo nunca tuve problemas con eso porque entiendo a la afición dominicana, eso era algo que este pueblo y toda la región esperaba, y al final, el hecho de poder ver la manera cómo festejaron y se gozaron el triunfo, me di cuenta que la corona no solamente le hacía falta a las Águilas, sino a todo Santiago y al béisbol dominicano por todo el ánimo que generó en la población ... de verdad que eso me llena de mucha alegría”, afirmó.
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