También llamada plástico natural.
Pero no es madera ni plástico. Entonces… ¿por qué lo llaman así?
Pues porque es un material con aspecto y base de madera pero que
puede fundirse y modelarse como el plástico. Se procesa a partir de la
lignina a la que se añade lino, resinas, fibras, ceras y aditivos
naturales.
¿Y la lignina de dónde se obtiene?
La industria de la madera la descompone en tres componentes básicos: la celulosa, la hemicelulosa y la lignina.
La lignina es una sustancia presente en el tronco de los árboles que
une las fibras celulosas de la madera para darle la cohesión leñosa
característica. Pero resulta que es un producto de desecho en la
fabricación de papel, ya que su presencia hace que el papel se vuelva
amarillo con el tiempo por su exposición al aire y a la luz natural. Por
ello la lignina extraída en las fábricas de celulosa mediante un
proceso químico (un 30% del peso total de la madera), se utilizaba como
combustible para el funcionamiento de la propia fábrica.
Pero ya no. Desde que en 2010 dos científicos alemanes, Jürgen Pfitzer y Helmut Nägale, logran el Premio Inventores Europeos del Año 2010 por su invento al que llamaron Arboform,
se ha revolucionado el mundo de las maderas ecológicas. Este producto
es de gran durabilidad y resistencia, es reutilizable y biodegradable, y
su coste es bastante inferior al de los plásticos convencionales
empleados como sustitutos de la madera.
Ya se usa en la fabricación de muebles, calzado, algunas pieza de
automóvil, en la construcción y la electrónica, por citar algunos
ejemplos.
¿Y si todo son ventajas por qué no se ha generalizado su uso en estos últimos años?
Su uso no se ha extendido más debido a que presenta unos elevados
contenidos de sulfuro. Pero los científicos del ITC aseguran que podrán
reducirlo hasta un 90 % con el tiempo.
miércoles, 18 de octubre de 2017
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