jueves, 8 de noviembre de 2018

Tras triunfo demócrata en gobierno estatal se esperan reformas progresistas.

Las elecciones del martes ratificaron que Nueva York es un estado demócrata, no solo por la manera masiva en la que simpatizantes de ese partido salieron a votar, sino porque además del cargo de Gobernador, que retuvo el actual mandatario estatal, Andrew Cuomo, las victorias de la ola azul se sintieron en todas las esferas del Gobierno, puestas a escrutinio en las urnas. Cifras preliminares de las autoridades electorales revelan que unos 5,789,986 neoyorquinos salieron a votar en estos comicios, comparados con 3,924,990 en el 2014, lo que confirma los pronósticos que tenían varios candidatos que apelaron a motivar al electorado a salir a votar, como una manera de manifestarse contra el rumbo político que la Administración Trump le está dando al país. El incremento de votantes fue de casi el 50%.
En la curul del Senado federal se ratificó Kirsten Gillibrand, la Fiscalía estatal fue conquistada por la actual Defensora del Pueblo, Letitia James, en la Contraloría fue reelegido Thoma DiNapoli, la mayoría de las 150 curules en la Asamblea se mantuvieron con sello demócrata, y se ganó amplio terreno en el Senado estatal, con por lo menos 39 sillas de las 63 que lo integran. De esta manera, el partido del gobernador Cuomo arrebató el liderato real que los republicanos tenían en la cámara alta desde el 2010. En ese recinto legislativo de Nueva York, los republicanos perdieron 8 sillas, mientras que sus rivales en el cargo no soltaron ni una.
Pero más allá de la hazaña que para muchos candidatos nuevos como, Jessica Ramos, Julia Salazar, Catalina Cruz y Mónica Martínez, significó haber ganado el boleto que les permitirá sentarse a legislar en el Senado y la Asamblea en Albany, a partir de enero próximo, hay esperanzas de que, con el control total del Gobierno estatal, el Estado afiance su horizonte progresista y se aprueben leyes que por años han sido frenadas por los republicanos; eso parece dirigir el norte. Además por primera vez habrá una mujer afroamericana como presidenta de la mayoría en el Senado, la senadora Andrea Stewart-Cousins, quien ya anticipó que la meta será llevar a Nueva York por un rumbo de mayor justicia para las comunidades vulnerables que bajo el actual clima político federal están bajo ataque.
“Ahora de lo que se trata es de empezar a trabajar muy fuerte para sacar adelantes los proyectos que han estado quietos y que necesitan nuestras comunidades. Creo que afortunadamente estamos viendo una nueva ola, una nueva guardia, bajo nuestra nueva líder, quien ya ha prometido que podemos ejercer una agenda progresista, en la que una de las prioridades será codificar los derechos reproductivos de la mujer, luego de ver lo que sucedió en el tribunal supremo”, aseguró la senadora electa Jessica Ramos, quien junto a Julia Salazar serán las únicas hispanas en esa cámara.
La política de origen colombiano, dijo también que la llegada de sangre nueva a la Legislatura y de fuerza femenina, también es un llamado al partido demócrata para que no siga perdiendo su rumbo y desestimando a líderes jóvenes. “Es hora de asegurarnos de que los valores del partido y las caras del partido reflejen verdaderamente el pueblo que representan, a la gente que hay en nuestros barrios, en nuestros distritos, porque hay mucho potencial de personas con capacidades”, agregó la exasesora del alcalde De Blasio.
Ramos destacó además que urgen leyes que realmente sirvan de escudo para la comunidad inmigrantes, que se siente amenazadas ante la retórica y las acciones adelantadas por la Administración Trump. “Me gustaría ver que el estado de Nueva York sea por fin un estado santuario, pues no lo es. Es importante pasar leyes como las licencias de conducción, para todos y el Acta del Sueño, que voy a reintroducir, a fin de darle esa libertad a todas las personas que viven en Nueva York, sin importar su estatus migratorio”, recalcó la joven política, advirtiendo que “la única manera de hacerle frente a los abusos de Trump es que el gobierno estatal esté funcionando lo mejor posible” y que se cree un frente común en el que se defienda a los inmigrantes, a las mujeres y a los menos favorecidos.
“Sin oposición no hay democracia y ahora si podemos decir que a Trump se le van a poner más difíciles las cosas. Tenemos que asegurarnos de mantener ese control y de poder elegir a un presidente demócrata para el próximo mandato”, concluyó la senadora, al tiempo que agregó que otra de sus banderas en Albany será luchar por las leyes de renta que vencen el próximo año, para garantizar que haya vivienda asequible para todos, y meter en cintura a caseros abusivos.
Además de las licencias de conducción, la renta regulada y el Acta del Sueño, se espera que el Senado discuta son diligencia otros proyectos que se han quedado en el tintero, como el Child Victims Act, el cuidado de salud individual, el Acta de los derechos reproductivos, que reforzaría a nivel estatal las protecciones de Roe v. Wade, la contribución de campañas políticas, reformas al sistema judicial e incluso la legalización de la marihuana para uso recreacional.
Catalina Cruz, uno de los nuevos rostros demócratas que llegará a la Asamblea, y quien fue indocumentada durante casi 13 años, manifestó que con los resultados electorales, Nueva York está enviando un mensaje claro, con el que se da inicio a un nuevo rumbo político.
“Esta confirmación muestra que nuestro pueblo ha dicho que estamos cansados de que elijan por nosotros, hemos mostrado el poder que tienen el voto latino y el voto inmigrante progresista y estamos diciendo que nos tienen que tratar con respeto”, dijo la colombiana. “No solo es un llamado a la Administración Trump, también al partido demócrata, a que se despierten, a que abran los ojos y que entiendan que el pueblo quiere que elijan a personas que sientan su dolor, que hayan vivido sus historias y que vengan de sus comunidades. Y a los jóvenes, a que vean que el voto sí importa. Estamos demostrando que puede cambiar la historia de nuestro país”.
El presidente de la Asamblea, Carl Heastie, se mostró muy complacido con los resultados que dejaron las elecciones en el estado de Nueva York y dijo que espera que las iniciativas progresistas puedan avanzar.
“La mayoría de la Asamblea sigue comprometida con una agenda progresista que refleje los valores y las necesidades de todos los neoyorquinos, desde las orillas del lago Erie hasta la punta de Long Island. Seguimos comprometidos a aprobar leyes que apoyen las escuelas, los programas de educación superior, la atención médica, la vivienda, las medidas de sentido común, la reforma de la justicia penal, la protección de los derechos reproductivos de las mujeres y las oportunidades económicas”, dijo Heastie. “Mientras los republicanos en Washington continúen aplicando políticas regresivas y mal orientadas que dividen a nuestra nación, lucharemos todos los días para hacer de nuestras comunidades un lugar mejor para vivir y restaurar la fe de los neoyorquinos en nuestro gobierno. Hay una serie de asuntos importantes que enfrentan los neoyorquinos en la próxima sesión legislativa, y confío en que nuestros nuevos miembros serán defensores abiertos de sus electores”.
Carlos Vargas, analista político, aseguró que el triunfo de los demócratas en Nueva York fue un castigo al manejo que los republicanos han dado a los asuntos políticos, liderados por la Administración federal, que despertó a más votantes.
“Los resultados de estas elecciones se pueden entender como una reacción a lo que ha sido la Presidencia de Trump, en la que se ha movilizado un electorado demócrata, o que apoya al partido, de una manera como no lo había hecho anteriormente, porque se ha dado cuenta que si no sale a votar, hay consecuencias graves, como que salgan más candidatos como Trump, que no representa sus intereses”, dijo Vargas.
El experto mencionó que pesar del triunfo azul en el estado de Nueva York, ello no significa que automáticamente las iniciativas progresistas vean la luz o que se camine hacia un nuevo rumbo, por lo que sugirió no hacerse falsas expectativas.
“Ya sin el impedimento y la obstrucción republicana en el Senado, pudieran pasar algunas leyes, pero hay que ver lo que va a suceder, porque dentro de los demócratas, también hay algunos con otras tendencias no tan progresistas y dependerá también del liderazgo que muestre el gobernador, quien en estas elecciones tomó un tono mucho más liberal, pero a quien hemos oído con un tono diferente”, dijo Vargas. “El éxito real en estas elecciones es lo que han logrado las mujeres que se han postulado desde las bases del partido pero lejos de la oficialidad y habrá que ver también como las reciben y hasta donde las dejan actuar”.
Otro de los rostros de victoria de Nueva York de la ola azul fue el de Alexandría Ocasio- Cortéz, quien con 29 años, no solo confirmó su silla en el Congreso federal y será la representante más joven, sino que se ha convertido en un referente de la sangre nueva en el ruedo político. Su discurso mueve a multitudes, como se evidenció en el evento en el que esperó los resultados el martes, en Queens.
Allí, rodeada de cientos de simpatizantes, mayormente jóvenes, inmigrantes, y mujeres, la líder comunitaria envió un mensaje que retumbó en sus seguidores, tras advertir que en Washington dará la pelea fuerte contra los abusos de poder y la influencia de las corporaciones y los grupos económicos en los destinos de las comunidades.
“Estos triunfos son posibles cuando la gente se une todas. Todas nuestras acciones, sin importar si son grandes o pequeñas, ayudan a construir un cambio y sé que podemos hacer mejor las cosas y estar mejor, porque un mundo mejor sí es posible”, dijo la joven de origen puertorriqueño. “Estas batallas que estamos dando no se van a resolver en dos o tres años, puede tomarnos, tal vez toda la vida, pero esta es la pelea que debemos dar en nuestra vida”.
Al igual que Ocasio-Cortéz, la victoria de Max Rose, representante del Distrito 11 de Staten Island, quien derrotó a Dan Donovan, único republicano representando a la Gran Manzana en el Congreso federal, y la de Anthony Delgado, de origen dominicano, fueron otras de las cartas con las que Nueva York ayudó de manera decisiva a que el Partido Demócrata ganara la Cámara de Representantes.
“Estos triunfos como el de Alexandría muestran que la comunidad está harta de solo escuchar promesas y no acciones y los electores dijeron que la comunidad necesita oficiales electos progresistas, que al final de día vayan a hacer las cosas de verdad”, aseguró Julissa Bisono, de la organización Make the Road Action, destacando el valor que tiene entre los inmigrantes y las nuevas generaciones una figura como Ocasio-Cortéz.  “Alexandria representa un cambio, ella trae esperanza y es inspiradora, no solo para las mujeres de color sino para todas las comunidades de barrio que ahora sienten que pueden involucrarse más en el proceso cívico y político del estado y el país”, agregó........Fuente:eldiariony.com/Por:Edwin Martinez

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