Ginebra, (EFE).- Cerca de dos millones de
niños se han visto obligados a abandonar la educación primaria en Siria,
y la mitad ha huido a países vecinos, donde tampoco acuden a la
escuela, dijo hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF).
En todo el país cerca de 3.000 escuelas están
total o parcialmente destruidas y unas 930 se usan como refugios para
los desplazados; mientras que las que funcionan no tienen capacidad para
recibir a los niños desplazados por falta de aulas, mobiliario,
material, libros y profesores.
Las provincias sirias de Idlib y Aleppo son las
más afectadas con 1.200 colegios destrozados y con un caída en la
asistencia escolar del 30 % y el 23 %, respectivamente.
"Para un país que estaba a punto de lograr la
educación primaria universal antes del inicio del conflicto armado, en
2011, estas cifras son impactantes", señaló hoy en rueda de prensa la
portavoz de UNICEF, Marixie Mercado, al tiempo que ha alertado del
peligro inminente de que los niños sirios se conviertan en "una
generación perdida".
Para facilitar la educación de estos niños, UNICEF
planea lanzar este mes, junto el Ministerio de Educación del país, un
programa de enseñanza en el hogar, que permitiría a los 400.000 niños
que todavía viven en las zonas de conflicto seguir recibiendo clases.
El organismo ya ha desplegado por el país 70 de
las 300 aulas prefabricadas que enviará a Siria y está repartiendo entre
más de un millón de niños mochilas y material escolar, además de
reclutar más profesores.
Sin embargo, desde UNICEF advierten de que se
necesitan 20 millones de dólares adicionales (15,2 millones de euros)
para imprimir y distribuir ocho millones de libros de texto y
rehabilitar las infraestructuras escolares del país.
Además, la agencia de la ONU está facilitando el
acceso a la escuela a casi el millón de niños que viven en los campos de
refugiados de los países vecinos.
En Líbano el sistema de educación pública tiene
capacidad para 300.000 estudiantes libaneses, pero el gobierno estima
que para finales de año habrá cerca de 550.000 estudiantes sirios, de
los que sólo un 15 % ha recibido clases en lo que va de este año.
En Jordania, dos tercios de los 150.000 niños
sirios no tienen posibilidad de acudir a la escuela; de los que 30.000
viven en el campo de refugiados de Zaatari.
En Irak nueve de cada diez niños sirios viven en
comunidades de acogida sin escuelas, sobre todo en la región autónoma de
Kurdistán, que en las últimas semanas ha recibido unos 50.000 nuevos
refugiados, la mitad niños; por lo que se están acondicionando espacios
donde impartir clases.
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