Partidarios y detractores del matrimonio homosexual
se manifestaron en la ciudad de Granbury, capital del condado de Hood
(Texas, EE.UU.), en respuesta a la decisión de su secretaria de no
emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo pese a la
decisión del Tribunal Supremo.
En más de medio centenar de condados de Texas, sus secretarios, los encargados de expedir las licencias, todavía negaban hoy el matrimonio a homosexuales amparándose en motivos religiosos.
Katie Lang, secretaria del condado de Hood, fue de las más efusivas en rechazar esta semana las uniones de parejas del mismo sexo al argumentar que "el matrimonio es para un hombre y una mujer porque así lo dice la Biblia".
Aunque Lang ya ordenó a algunos de sus subordinados que expidan ellos las licencias ante la amenaza de multas y demandas, partidarios y detractores del matrimonio homosexual participaron hoy en sendas protestas frente a los juzgados que ella administra.
Un centenar de personas se congregó bajo el lema "protejamos la libertad religiosa" en apoyo a la secretaria del condado, cuya decisión está amparada por el procurador general de Texas, el conservador Ken Paxton, quien instó a los funcionarios a desobedecer al Supremo si su conciencia así se lo dicta.
Por otro lado, unas 50 personas con lemas como "amor y no odio" o "los opuestos no siempre se atraen" quisieron mostrar su disconformidad con Lang y avisaron que interpondrán una demanda contra ella si no emite personalmente las licencias.
El caso de Texas no es único, en otros estados del sur como Misisipi, Luisiana o Alabama también hay funcionarios que se niegan a aplicar el fallo del Supremo, que el pasado viernes legalizó el matrimonio homosexual en todo el país.
En Alabama, un juez federal instó hoy a los condados que aún rechazan la resolución del Supremo -media decena- a que la apliquen.
El Tribunal de Apelaciones del Circuito Quinto de Nueva Orleans, por su parte, ordenó a los estados de Misisipi, Luisiana y Texas, sobre los que tiene jurisdicción, que levanten los vetos sobre los matrimonios de parejas del mismo sexo y apliquen la decisión.
En más de medio centenar de condados de Texas, sus secretarios, los encargados de expedir las licencias, todavía negaban hoy el matrimonio a homosexuales amparándose en motivos religiosos.
Katie Lang, secretaria del condado de Hood, fue de las más efusivas en rechazar esta semana las uniones de parejas del mismo sexo al argumentar que "el matrimonio es para un hombre y una mujer porque así lo dice la Biblia".
Aunque Lang ya ordenó a algunos de sus subordinados que expidan ellos las licencias ante la amenaza de multas y demandas, partidarios y detractores del matrimonio homosexual participaron hoy en sendas protestas frente a los juzgados que ella administra.
Un centenar de personas se congregó bajo el lema "protejamos la libertad religiosa" en apoyo a la secretaria del condado, cuya decisión está amparada por el procurador general de Texas, el conservador Ken Paxton, quien instó a los funcionarios a desobedecer al Supremo si su conciencia así se lo dicta.
Por otro lado, unas 50 personas con lemas como "amor y no odio" o "los opuestos no siempre se atraen" quisieron mostrar su disconformidad con Lang y avisaron que interpondrán una demanda contra ella si no emite personalmente las licencias.
El caso de Texas no es único, en otros estados del sur como Misisipi, Luisiana o Alabama también hay funcionarios que se niegan a aplicar el fallo del Supremo, que el pasado viernes legalizó el matrimonio homosexual en todo el país.
En Alabama, un juez federal instó hoy a los condados que aún rechazan la resolución del Supremo -media decena- a que la apliquen.
El Tribunal de Apelaciones del Circuito Quinto de Nueva Orleans, por su parte, ordenó a los estados de Misisipi, Luisiana y Texas, sobre los que tiene jurisdicción, que levanten los vetos sobre los matrimonios de parejas del mismo sexo y apliquen la decisión.
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