PEKÍN. AFP. Una médico china fue condenada el
martes a pena de muerte en suspenso por haber secuestrado a recién
nacidos antes de vendérselos a una red de traficantes, un caso que
provocó una gran conmoción en el país. Zhang Shuxia, una tocóloga de
55 años, fue declarada culpable de haber secuestrado y vendido a siete
bebés en la provincia de Shaanxi (norte), informó el tribunal de
justicia de la ciudad de Weinan.
La pena de muerte en suspenso es una sentencia habitualmente conmutada por cadena perpetua en China.
En la mayoría de los casos, la doctora Zhang arrebató los recién
nacidos a sus padres asegurándoles que habían muerto o que estaban muy
enfermos. Después los vendió a traficantes que operaban en varias
provincias por un precio que alcanzaba los 20.000 yuanes por una niña
(2.400 euros) y 47.000 yuanes (5.650 euros) por un varón, según el
tribunal.
Los secuestros y el tráfico de niños están muy extendidos en China.
Este fenómeno endémico se explica en parte por la política del hijo
único y la tradición que privilegia a los varones, lo que lleva a veces a
vender o abandonar a las niñas.
La doctora Zhang se aprovechaba también de la estigmatización que
sufren los niños aquejados de enfermedades congénitas o de minusvalías.
Por ejemplo, convenció a unos padres de gemelas que una de las niñas
murió y que la otra tenía los brazos y las piernas rotas, por lo que era
mejor abandonarla.
Algunos de los recién nacidos vendidos por Zhang fueron hallados por
los investigadores y devueltos a sus padres, señaló el tribunal. Se
estima que decenas de miles de niños son secuestrados cada año en China,
donde la indiferencia y la falta de resultados de la policía se
denuncian regularmente. Las autoridades anunciaron haber “socorrido” a
24.000 niños víctimas de un secuestro durante los diez primeros meses
de 2013, pero sólo se trata probablemente de una fracción de los casos.
No es inhabitual que la policía se niegue a abrir una investigación
sobre un secuestro, porque las escasas posibilidades de encontrar a los
secuestradores y al niño podrían bajar su tasa de resolución de casos. Y
las autoridades incluso se niegan a veces a entablar acciones
judiciales contra las familias que “compraron” niños secuestrados.
En el caso de Zhang Shuxia, cinco ejecutivos de Fuping han sido
despedidos, entre ellos el director del hospital donde ejercía y el
responsable de los servicios médicos del distrito, informó la agencia
oficial Xinhua.
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