Su madre Martha Llanas reconoce que Ramiro tuvo una infancia dura. Al dejar la escuela, tuvo que apoyar a sus padres para mantener a los otros hermanos.Separaba vidrio, papel y plástico para revenderlo y así llevar algo a la boca. La labor era intensa y poca la ganancia y Ramiro se fastidió, con lo que a mediados de los 90 emigró a Estados Unidos, huérfano ya de padre.Hernández confesó a las autoridades estadounidenses que mató en 1997 a Glen Lich, un profesor universitario dueño de un rancho en el que trabajaba, con una barra de metal. También que violó a la viuda, en repetidas ocasiones.La culpa la aceptó en juicio sin la asistencia del consulado mexicano porque este no fue notificado, igual que en 50 casos más que el Gobierno mexicano llevó ante la Corte Internacional de Justicia, la instancia que falló a favor de que se revisaran las condenas.Además, ya en la cárcel, esperando el juicio, acuchilló a una guardia hasta matarla, dice su récord.Pero Texas no acepta la decisión de la Corte Internacional, a pesar de peticiones del Gobierno mexicano y de organismos defensores de derechos humanos.La defensa alega un leve retraso mental; la Corte de Apelaciones, que no hay evidencia.Hernández sigue en el corredor de la muerte, como hasta la semana pasada ocurría con su compatriota Edgar Tamayo, quien hoy ya no está más en este mundo......Por:
domingo, 26 de enero de 2014
Otro mexicano condenado a muerte en Texas espera su hora.
MÉXICO.— Ramiro Hernández Llanas, de 44 años, el mexicano que espera
la muerte por el asesinato de su patrón en Texas —programada para el
próximo 9 de abril— decidió a los 7 años que la escuela no era para él:
tenía dificultades para concentrarse y era hiperactivo.
Su madre Martha Llanas reconoce que Ramiro tuvo una infancia dura. Al dejar la escuela, tuvo que apoyar a sus padres para mantener a los otros hermanos.Separaba vidrio, papel y plástico para revenderlo y así llevar algo a la boca. La labor era intensa y poca la ganancia y Ramiro se fastidió, con lo que a mediados de los 90 emigró a Estados Unidos, huérfano ya de padre.Hernández confesó a las autoridades estadounidenses que mató en 1997 a Glen Lich, un profesor universitario dueño de un rancho en el que trabajaba, con una barra de metal. También que violó a la viuda, en repetidas ocasiones.La culpa la aceptó en juicio sin la asistencia del consulado mexicano porque este no fue notificado, igual que en 50 casos más que el Gobierno mexicano llevó ante la Corte Internacional de Justicia, la instancia que falló a favor de que se revisaran las condenas.Además, ya en la cárcel, esperando el juicio, acuchilló a una guardia hasta matarla, dice su récord.Pero Texas no acepta la decisión de la Corte Internacional, a pesar de peticiones del Gobierno mexicano y de organismos defensores de derechos humanos.La defensa alega un leve retraso mental; la Corte de Apelaciones, que no hay evidencia.Hernández sigue en el corredor de la muerte, como hasta la semana pasada ocurría con su compatriota Edgar Tamayo, quien hoy ya no está más en este mundo......Por:
Su madre Martha Llanas reconoce que Ramiro tuvo una infancia dura. Al dejar la escuela, tuvo que apoyar a sus padres para mantener a los otros hermanos.Separaba vidrio, papel y plástico para revenderlo y así llevar algo a la boca. La labor era intensa y poca la ganancia y Ramiro se fastidió, con lo que a mediados de los 90 emigró a Estados Unidos, huérfano ya de padre.Hernández confesó a las autoridades estadounidenses que mató en 1997 a Glen Lich, un profesor universitario dueño de un rancho en el que trabajaba, con una barra de metal. También que violó a la viuda, en repetidas ocasiones.La culpa la aceptó en juicio sin la asistencia del consulado mexicano porque este no fue notificado, igual que en 50 casos más que el Gobierno mexicano llevó ante la Corte Internacional de Justicia, la instancia que falló a favor de que se revisaran las condenas.Además, ya en la cárcel, esperando el juicio, acuchilló a una guardia hasta matarla, dice su récord.Pero Texas no acepta la decisión de la Corte Internacional, a pesar de peticiones del Gobierno mexicano y de organismos defensores de derechos humanos.La defensa alega un leve retraso mental; la Corte de Apelaciones, que no hay evidencia.Hernández sigue en el corredor de la muerte, como hasta la semana pasada ocurría con su compatriota Edgar Tamayo, quien hoy ya no está más en este mundo......Por:
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