La enfermera besó la frente de la paciente. A más de 9.650 kilómetros
(6.000 millas) de distancia, en Irán, la familia de Sanaz Nezami
observaba desde una computadora y lloraba.
La joven iraní de 27
años hablaba tres idiomas y quería estudiar ingeniería en la Universidad
Tecnológica de Michigan. Sin embargo, tuvo muerte cerebral unas semanas
después de desempacar sus maletas, víctima de una golpiza fatal que le
dio su nuevo esposo, de acuerdo con la policía.
La tecnología
permitió a la familia en Irán ver las últimas horas de la joven. La fe
de la familia en el personal del hospital ayudó a que dieran su
consentimiento para hacer una extraordinaria donación: el corazón, los
pulmones, riñones, hígado, páncreas e intestino delgado de Nezami fueron
trasplantados a siete personas en Estados Unidos, un histórico regalo
que ocurre en menos de 1% de todos los casos.
"Queríamos que Dios
hiciera un milagro y regresara a la vida a Sanaz", dijo su hermana Sara
Nezami, en entrevista telefónica desde Teherán. "Pero este es un
milagro. Sanaz dio su vida para dar vida".
Una enfermera que cuidó de Sanaz Nezami dijo que la experiencia fue "reveladora" para al personal del hospital.
"La familia estaba dispuesta a confiar en nosotros cuando supieron que ella ya no regresaría", dijo Kim Grutt.
En
agosto, Nezami se casó con Nima Nassiri en Turquía y vivieron un tiempo
en Los Angeles, donde él nació y creció. La hermana Nezami dijo que la
pareja se conoció en internet.
Nezami, oriunda de Teherán, tenía
licenciatura en ingeniería y maestría en traducción al francés. Quería
estudiar un doctorado en ingeniería ambiental.
Los recién casados
se mudaron de California y en noviembre rentaron una casa en Michigan.
Nezami se comunicaba con su familia por correo electrónico, mensajes de
texto y videos.
El 7 de diciembre le pidió a su hermana que le revisara una traducción del inglés al persa que estaba haciendo.
"Estaba
impactada", relató Sara. "Sanaz era muy precisa, pero omitió algunas
líneas. Le pregunté si estaba bien y me respondió que no había
problema".
Al día siguiente llegó al hospital con lesiones graves
en la cabeza y fue transferida al Hospital General Marquette. La
policía cree que su esposo la atacó; él ya fue acusado de homicidio no
premeditado. David Gemignani, abogado de Nassiri, no quiso hacer
comentarios.
"Su cerebro estaba tan hinchado y dañado que ya no
había flujo sanguíneo", explicó Gail Brandly, supervisora de enfermeras
en el hospital.
Nadie sabía nada de ella y Brandly buscó su
nombre en Google. De pronto, la extraña que no podía hablar cobró vida
gracias a un currículo en internet.
Nezami hablaba francés,
inglés y persa; hacía voluntariado cocinando; de adolescente escribía
para periódicos juveniles y en 2001 ganó el primer lugar en una
competencia de literatura con un ensayo sobre la amistad.
Después
de 24 horas, el hospital localizó a sus familiares en Irán. Era
imposible que viajaran de inmediato a Estados Unidos por los requisitos
de la visa, por eso a través de una laptop su familia pudo ver a Nezami
conectada a un respirador artificial, y hablar con médicos y enfermeras a
través de Yahoo Messenger.
En un momento dado, la familia le pidió a Grutt que acariciara la cabeza de Nezami y besara su frente.
"Querían
que hiciéramos cosas por Sanaz que ellos habrían hecho", dijo Grutt.
"Dijeron: 'Háganle saber que la amamos. Que estamos aquí'. Me sentí
absolutamente cómoda".
Nezami murió el 9 de diciembre y sepultada
el 18 en un cementerio local. A su funeral asistieron unas 20 personas,
la mayoría enfermeras y otras personas que la cuidaron.....POR AP/ED WHITE
viernes, 3 de enero de 2014
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