Pekín, (EFE).- Los tres principales
fabricantes chinos de vacunas para la hepatitis B han detenido su
producción, informó hoy la agencia oficial Xinhua, tras la muerte en las
últimas semanas de al menos 14 bebés recién nacidos poco después de ser
inoculados.
La firmas afectadas son BioKangtai, Tiantan y
Dalian Hissen, mientras continúan las investigaciones, pues, aunque aún
no se ha establecido con claridad la causa exacta de las muertes, se
sabe que los bebés fueron vacunados con fármacos de alguna de las tres
marcas poco antes de fallecer.
La Administración Estatal de Alimentación y
Fármacos indicó que los tres fabricantes no cumplieron los estándares de
buenas prácticas (GMP) establecidos en 2010, y que estipularon que las
firmas no homologadas en la fecha límite de finales de 2013 deberían
detener su producción en 2014.
Las tres firmas afectadas producen el 80 por
ciento de las vacunas de hepatitis B que se utilizan en el país, donde
hay siete compañías, entre ellas firmas multinacionales, dedicadas a la
producción de estos fármacos.
El programa de inmunización nacional chino exige
que la vacuna de hepatitis B sea aplicada a las 24 horas del nacimiento,
y de nuevo al primer y al sexto mes.
La hepatitis B es un grave problema de salud
pública en China, donde se calcula que 130 millones de personas son
portadoras del virus (casi uno de cada 10 habitantes) y 30 millones han
desarrollado la enfermedad.
Para intentar reducir estas cifras, el país ha
emprendido campañas de vacunación infantil masiva, especialmente en
zonas más pobres, así como campañas de concienciación contra la
discriminación de las personas afectadas por la enfermedad
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