martes, 23 de diciembre de 2014

De Blasio busca enmendar su relación con la Policía.

El alcalde Bill de Blasio hizo un emotivo llamado a “dejar de lado diferencias políticas” y suspender momentáneamente las marchas contra la violencia policial por respeto a las familias de Rafael Ramos (40) y Wejin Liu (32), los oficiales asesinados el sábado en Brooklyn por Ismaaiyl Brinsley (28), un hombre con antecedentes criminales y de perturbación mental que anunció por Instagram que quería “poner alas a dos cerdos” (matar policías) en venganza por las muertes de hombres negros a manos de uniformados.
“Debemos enfocarnos en la familia de los oficiales … dejar a un lado las protestas y demostraciones hasta que pasen los funerales”, dijo el alcalde durante una conferencia de prensa en One Police Plaza, sede del NYPD.LEE TAMBIÉN: Agente Ramos quería ser capellán En la misma línea conciliadora, el Comisionado del NYPD, Bill Bratton, habló con los representantes sindicales para que detengan la escalada de declaraciones en contra del alcalde, que el sábado a la noche alcanzó su paroxismo cuando Patrick Lynch, presidente de la PBA, acusó a De Blasio de “tener sangre en las manos” por la muerte de Ramos y Liu.Esta suerte de tregua, que se mantuvo a lo largo de todo el día, fue la respuesta de los líderes a los pedidos de entendimiento entre City Hall y la policía formulados durante el fin de semana desde distintos sectores de la dirigencia neoyorquina, incluyendo al cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, y al exalcalde Rudolph Giuliani.“Tenemos que alejar a todos de la ira y el odio”, agregó en esa misma línea el mandatario. “Tenemos que mirar hacia adelante”.De Blasio había iniciado la jornada de ayer visitando junto con su esposa y el Comisionado Bratton la casa de Ramos para presentar sus condolencias a su viuda. La hermana del oficial asesinado declaró más tarde que De Blasio estaba invitado al funeral del Ramos, que tendrá lugar el sábado.En la tarde, el alcalde repitió la triste misión con la viuda del oficial Liu.Al mediodía, en otro de las instancias más esperadas por los observadores políticos, el alcalde dio un discurso durante el almuerzo de fin de año de Police Athletic League.Las cámaras de televisión mostraron a un De Blasio por momentos abatido, evidentemente conmovido por los acontecimientos.El domingo se le había visto también cabizbajo durante la misa en San Patricio, que compartió con su esposa y Bratton.En el almuerzo, De Blasio pidió un aplauso para Bratton, y luego otro para David Dinkins, el primer y único alcalde negro de Nueva York.La proximidad de Bratton y Dinkins en el mismo almuerzo fue la perfecta metáfora para el sentido de la jornada: la búsqueda de un mayor acercamiento entre la policía y la comunidad afroamericana luego de los trágicas muertes recientes.

Opinión: El desafío de la unidad

Por: Claudio I. Remeseira / Editor de Metro
El sábado, la muerte de dos oficiales de policía a manos de un asesino solitario puso la ya delicada relación entre el alcalde y los sindicatos policiales en su punto más crítico.
El domingo y ayer, el alcalde con sus palabras y sus acciones, el sindicato con su silencio, dieron los pasos correctos para comenzar a revertir esta situación.El desentendimiento entre ambos amenaza con minar la gestión del alcalde y es absolutamente inacceptable para la ciudadanía.......

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