NUEVA YORK/EDLP. - Primero se decía que una disculpa de Bill de Blasio
era la condición necesaria para apaciguar las tensiones de éste con los
policías. Ahora, algunos dicen que la única salvación es que intervenga
como mediador el expresidente Bill Clinton, a quien muchos uniformados consideran como “uno de los muchachos”.
Lo concreto es que la mala relación entre el alcalde y el NYPD sigue estancada, sin demandas claras por parte de los sindicatos y sin soluciones a la vista.
Los
líderes sindicales niegan que la guerra contra De Blasio se deba a la
renovación pendiente del contrato laboral de algunas de las uniones, a
pesar de que éstas han criticado al alcalde por no ofrecer aumentos
salariales para los próximos tres años.
Cuando el alcalde Rudolph Giuliani
hizo lo mismo, en 1997, miles de policías bloquearon en protesta el
puente de Brooklyn, gritando la consigna “Rudy es un mentiroso,
préndanle fuego” (Rudy’s a liar, set him on fire).
El miércoles, el principal sindicato policial, la Asociación Benevolente de Patrulleros
(PBA, por su sigla en inglés) comenzó a publicar anuncios en periódicos
con la leyenda “No se trata del contrato, se trata de esto”, junto a la
foto de una gorra de policía sobre un altar con flores, una clara
referencia a los dos oficiales asesinados en Brooklyn, en diciembre.Bajo condición de anonimato, varios dirigentes policiales confirmaron a El Diario
que lo que buscan es el respeto del alcalde, que, según ellos, perdió
cuando se refirió en público a la conversación que él y su esposa
tuvieron con su hijo acerca del cuidado que un joven negro debe tener en
contacto con la Policía. Los uniformados dicen que esos comentarios
alimentaron el clima anti-policía que precedió al asesinato de dos de los suyos.
Por segunda semana consecutiva, además, las estadísticas policiales revelaron un dramático descenso en las detenciones y multas, lo que sugiere la existencia de una huelga policial no declarada.
Esto, sumado al hecho de que algunos oficiales desoyeron su pedido de no volver a darle la espalda al alcalde durante el funeral del detective Wenjian Liu, ha llevado a muchos a preguntarse si Bratton está perdiendo el control de sus subordinados.
Las fuentes policiales consultadas por El Diario lo niegan. El tiempo (que es cada vez más corto) lo dirá.....
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