El Cairo, (EFE).- Los cristianos egipcios
celebran hoy la Navidad ortodoxa con optimismo por el futuro del país y
de su comunidad, al considerar que las actuales autoridades protegen a
esta minoría de la amenaza extremista.
Las celebraciones se desarrollan sin embargo en la
intimidad de las iglesias y los hogares, que los fieles engalanan con
la decoración propia de estas fechas.
Las calles de El Cairo y de otras ciudades de
Egipto, de mayoría musulmana, no reflejan, sin embargo, ningún ambiente
navideño. Solo son perceptibles algunos retazos de las festividades del
reciente aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
Sin embargo, algunos barrios, como el cairota de
Shubra, con gran presencia de coptos entre sus habitantes, sí muestran
una cara más festiva con tiendas de decoración en las que no faltan los
belenes, Papá Noel y el árbol navideño.
El dueño de la tienda San Simón, una de las más
conocidas y veteranas, Magdi Aser, explicó a Efe que uno de los
elementos que más éxito tienen es el árbol y toda la parafernalia que le
acompaña: bolas, campanas y luces.
En su opinión, los cristianos ahora pueden ir a la
iglesia "más tranquilos que antes y están más relajados", en alusión a
las barreras de seguridad colocadas alrededor de los templos y al
aumento del despliegue policial en estas fechas.
Aser también destacó que ahora hay menos
radicalismo que antes, ya que aunque Egipto vive un repunte del
terrorismo, los cristianos no sienten por el momento que este fenómeno
sea una amenaza real contra su comunidad, que representa algo menos del
10% de la población egipcia.
Una amplia mayoría de los coptos confía en el
actual presidente, Abdelfatah al Sisi, que acudió anoche a la misa de
Navidad en la catedral de Abasiya en El Cairo, una visita infrecuente de
un jefe de Estado.
Con este gesto, Al Sisi volvió a ganarse a los
fieles cristianos, que le vitorearon a su entrada al templo y
agradecieron sus palabras de que musulmanes y cristianos en Egipto son
iguales y están unidos.
La misa en la catedral, que se prolongó hasta
pasada la medianoche, fue oficiada por el papa copto Teodoro II, que no
duda en adquirir un perfil político opinando sobre la actualidad del
país, algo que no convence a todos sus fieles.
En una reciente entrevista, Teodoro II afirmó que
en la conocida como masacre de Maspero en octubre de 2011, cuando
murieron 28 coptos a manos de los militares, estaban implicados los
Hermanos Musulmanes.
La época en la que la cofradía gobernó Egipto,
principalmente con la Presidencia de Mohamed Mursi entre junio de 2012 y
julio de 2013, es vista por la mayoría de los cristianos como una etapa
negra para su comunidad.
Los temores a una mayor islamización del país con
el monopolio del poder por parte de la Hermandad, hostigados por los
casos de violencia confesional, que se vienen sucediendo desde hace
décadas, no crearon un clima propicio para los cristianos, que apoyaron
en masa el golpe de Estado de Al Sisi contra Mursi.
El coordinador de actividades juveniles de la
catedral, Basem Faruq, dijo a Efe que el actual presidente va a traer
estabilidad al país y que "la situación es mejor que en años
anteriores".
"Somos muy optimistas para 2015", aseguró Faruq,
que se congratuló de la visita de Al Sisi al templo y de la ausencia de
ataques contra los cristianos en estas fechas.
Tras la misa, el patriarca copto recibió hoy a
fieles, representantes de otras iglesias y personalidades políticas y
del ámbito cultural y académico.
La Iglesia copta, fundada en Egipto en el siglo I,
tiene su origen en las enseñanzas de San Marcos, que llevó el
cristianismo a ese país en la época del emperador romano Nerón.
El cura de la iglesia Mar Mina de Shubra, Abuna
Timozaues, definió el periodo navideño como un momento de recogimiento
en la iglesia y en los hogares, de "reunión familiar", y en el que se
agradece una mayor seguridad.
"Confiamos en Dios y además la policía está
haciendo bien su trabajo", señaló a Efe Abuna Timozaues, quien destacó
que la situación actual es favorable para los cristianos y hay más calma
en la calle.
Egipto sufre un repunte de los atentados
terroristas, pero estos van dirigidos principalmente contra la Policía y
el Ejército, que han perdido a cientos de sus efectivos desde julio de
2013.
Aunque sigue vivo el recuerdo del atentado contra
una iglesia en Alejandría en la Nochevieja de 2011, que causó 23 muertos
y 90 heridos, los cristianos ven esta amenaza más lejana estas
Navidades.
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