Un título extraño ¿eh?
Pues me refiero a lo siguiente: salimos a cenar un grupo de amigos y
pedimos seis bocadillos vegetales y un par de ensaladas, todos los
platos con sus correspondientes rodajas de huevo duro. Pero… ¿qué es
esto?, ¡todas las rodajas son idénticas!
Todas tienen el mismo tamaño y a nadie le tocó el culo del huevo
(perdón, el extremo) ¡Y somos un montón! ¿Cómo es que a nadie le ha
tocado la porción de clara del extremo? ¿Es que acaso la tiran? ¿Es que
tenemos mucha suerte?
Ni mucho menos. Aquí no se tira nada ni se es especialmente
afortunado. Lo que ocurre es que en casa cortamos las rodajas
directamente del huevo y ellos no. Las cortan de una barra de huevo
duro, como si de un embutido se tratase.
Y ¿cómo es eso?
Fácil. Primero se rompen los huevos y se separan las claras de las
yemas. Luego en un proceso industrial se rellena con las yemas un
cilindro cuya base circular se corresponde con el tamaño habitual de una
yema de huevo.
Ahora se cuecen las yemas en un microondas. Posteriormente se
desmoldan y se introduce ese cilindro macizo de yema de huevo cocida en
un cilindro mayor cuya base se corresponde con el tamaño máximo habitual
de una rodaja de huevo.
Se rellena el espacio interior con las claras y se vuelve a
introducir el conjunto en el microondas hasta que tanto la yema como la
clara estén completamente cocidas.
Se envuelve en la funda de plástico y se presenta como una barra de embutido. ¡Et voilà! ¡Rodajas de huevo clónicas!.........www.sabercurioso.es
jueves, 18 de julio de 2013
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