NUEVA YORK._ El Buró Federal de
Investigaciones de Estados Unidos (FBI), reactivó desde la semana pasada
la intensa búsqueda de la dominicana Amparo Altagracia Montás Hernández
de 52 años de edad y su hijo Eddy Vázquez a quienes acusa de proteger
inmigrantes ilegales, negociar con prostitución forzada y otros delitos
no relacionados con esos dos cargos.
Fuentes de esa policía federal dijeron ayer lunes a
medios anglófonos que la señora Montás Hernández y su hijo, enfrentan
ahora cargos adicionales por mantenerse fugitivos y evadir la justicia
norteamericana.
La acusada y su vástago están huyendo de los
federales desde hace ocho años, después que asumieron el compromiso de
regresar a una corte en La Florida luego que fueran dejados en libertad
bajo fianza tras sus arrestos en conexión con las imputaciones.
La madre y su hijo están acusados de traficar con
mujeres y hombres indocumentados que cruzaron la frontera con México
para llegar a los Estados Unidos.
Se les achaca haber forzado a las ilegales a
prostituirse en burdeles que controlaban Montás Hernández y Vázquez en
el Suroeste de La Florida.
En muchos casos, las indocumentados que cayeron en
manos de Montás y su hijo, estaban en deuda con los "coyotes"
(traficantes de humanos en mla frontera) y tuvieron que prostituirse
para pagarles el dinero adeudado, sostiene el expediente federal.
Hernández y Vázquez fueron acusados en agosto del
2005 por un Gran Jurado Federal en el Distrito Medio de La Florida y
liberados bajo fienza ese mismo año.
Un mes después, el dúo de madre e hijos se dividió y desaparecieron y el FBI cree que ambos huyeron de Estados Unidos.
Las autoridades dicen que la Oficina Federal de
Investigaciones recibió información acerca de las operaciones ilegales
de Hernández Montás y Vázquez, quienes pagaron las deudas de las
ilegales y posteriormente las hacían pagar obligándolas a prostituirse.
Vázquez era quien manejaba las operaciones de los
prostíbulos y recogía el dinero que le era entregado por los porteros de
los burdeles.
Fueron acusados por un Gran Jurado Federal el 17
de agosto del 2005 en la corte del distrito de Fort Myers y fueron
dejados en libertad con sendas fianzas, dentro de cuyas condiciones
estaba la de chequearse periódicamente con un oficial de libertad
provisional.
En vez de respetar el acuerdo, no regresaron nunca
más a la corte ni a la supervisión, la que burlaron escapando a Nueva
York o Massachusetts.
El 19 de septiembre de ese mismo año (2005) el
oficial de libertad provisional fue notificado de Hernández Montás y
Vázquez habían huido de la zona y el 22 de ese mismo mes, un juez
federal emitió una orden de arresto contra ellos.
El FBI describe a la fugitiva como nativa de la
República Dominicana, nacida el 30 de diciembre de 1960, rubia, ojos
marrones, de raza blanca / hispana, midiendo 5´2 de altura y pesando al
momento de la huida, unas 120 libras.
Era propietaria de un bar y un salón de belleza.
Usa los apodos de “Iris” por el que es más
conocida entre familiares y allegados, “Ercilia Martínez”, “Mantis
Amparo”, Ambero Mandas”, “Iris Cáceres” y “Amparo A. Montás”.
El agente especial James Roncinske, jefe de la
División de Campo del FBI en Tampa, señaló en el comunicado que la
señora Hernández Montás, era la principal responsable de operar los
burdeles en los que mantenía a docenas de mujeres prostituyéndose, luego
de estas haber sido pasadas desde México a través de la frontera por
los “coyotes” a quienes les adeudaban miles de dólares.
Además de promover y negociar con la prostitución
la madre dominicana y su hijo, están acusados de albergar inmigrantes
ilegales, entre otros cargos. “La madre y su hijo huyeron a la República
Dominicana, su país natal, donde todavía pudieran estar escondidos al
día de hoy”, añade el jefe de división del FBI.
Los federales están desde el 2005 a la caza de
Amparo Altagracia Hernández Montás y su cómplice Eddy Vázquez, quienes
según la acusación, se dedicaban a reclutar inmigrantes indocumentados
en La Florida y a las mujeres las obligaban a prostituirse para que les
pagaran los costos de vivienda, ropas y comidas.
Autor: Miguel Cruz Tejada/Elnuevodiario
No hay comentarios:
Publicar un comentario