miércoles, 12 de septiembre de 2018

“Tras el 9/11 no hablo de mi hijo con nadie, pero vengo cada año desde Paraguay”.

La fecha del 11 de Septiembre está rodeada de historias de heroísmo y esfuerzo. Ya sea el de la entrega de un bombero boricua quien murió sirviendo a su país, o la de una madre que regresa cada año desde Paraguay para acudir a la ceremonia de recordación en el World Trade Center.
Todas estas historias se dieron cita este martes por la mañana en el Bajo Manhattan, durante el acto para conmemorar el decimoséptimo aniversario del atentado contra las Torres Gemelas, que cobró la vida de casi 3,000 personas.
Eugenia Delgado Paredes vivió con angustia, como otros tantos familiares de inmigrantes latinos, la desaparición de su hijo Carlos Alberto Samaniego, quien tenía 29 años y trabajaba en el piso 104.
El día del atentado Carlos llamó a casa de su madre en Parauay desesperado por hablar con ella después de que el primer avión chocara. Pero Eugenia se encontraba en el taller con el auto.
Cuando la madre regresó a la casa uno de los dos hermanos de ‘Charlie’, como le llamaban cariñosamente, le dijo:
– “Mamá, ha llamado Charlie“.
– “No pasa nada, volverá a llamar”, respondió Eugenia tranquila, porque Carlos siempre llamaba de nuevo cuando no conseguía hablar con ella.
Pero esa llamada nunca se repitió. Lo último que supieron de él fue lo que le dijo a su novia: “Hay mucho humo, estamos esperando a que un helicóptero nos recoja“. Nunca más nadie volvió a escuchar su voz.
De ese día, Eugenia recuerda que prendió el televisor y “me encontré con aquello, empecé a gritar, desesperada, fueron días terribles”.
“No hablo con nadie de él porque me duele mucho, pero vengo cada año a Nueva York, paso varias semanas en casa de mi hermana”, recordó este martes la madre antes de adentrarse en la zona reservada para los familiares en la Zona Cero, donde a las 8:46 a.m. se guardó el primer minuto de silencio de seis que se repetirían a lo largo de la mañana.
Entre banderas a media asta en un día nublado y fresco, que parecía querer recordar el dolor, familiares leyeron los nombres de las casi 3,000 víctimas mortales.
Junto a las familias, numerosas autoridades estuvieron presentes en la ceremonia, incluidos el alcalde Bill de Blasio, el gobernador Andrew Cuomo y el comisionado de Policía, James O’Neill.
“Ni olvidaremos a las víctimas del 9/11 ni el mundo olvidará el coraje con el que enfrentamos un mal sin igual“, afirmó De Blasio.
“Es el momento de pensar en el sacrificio y valentía del día que cambió nuestro mundo hace 17 años. Honraremos a las víctimas cada día y estaremos vigilantes para que nadie vuelva a dañar nuestra Nación“, añadió, O’Neill, máximo jefe del Departamento de Policía (NYPD)

Entre los asistentes se encontraban los primos del bombero boricua Ruben D. Correa, de 44 años, uno de 343 miembros del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) que fallecieron ese día intentando ayudar a las personas atrapadas en las torres.
“Nunca se me olvida ni puedo decir que me siento un poco más tranquilo porque el terrorismo sigue ocurriendo“, aseguró uno de los primo. Correa estaba casado por 21 años y tenía tres hijas.
Los familiares, sobrevivientes, equipos de emergencias y autoridades que se dieron cita en el Bajo Manhattan estuvieron acompañados por una guardia de honor formada por miembros del NYPD y de los FDNY. Un grupo de gaiteros de ambos cuerpos, con una fuerte tradición irlandesa, abrió la ceremonia escoltando una bandera estadounidense antes de la interpretación del himno nacional.................Fuente:eldiariony.com/Por:Pablo Ayerra

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