GOYANG,Corea del
Sur.- Los líderes de las dos Coreas, Kim Jong-un y Moon Jae-in,
protagonizaron hoy una cumbre cargada de emotividad y de gestos
destinados a escenificar un acercamiento, con el que ambos mandatarios
quieren dar el primer paso hacia la reconciliación.
La esperada e histórica cumbre arrancó con una primera imagen para el recuerdo, el instante en que el líder del Norte cruzó a pie la militarizada frontera y pisó territorio surcoreano -un hecho nunca visto hasta ahora- y estrechó la mano al presidente del Sur.
Moon y Kim mantuvieron un emotivo encuentro durante el cual intercambiaron algunas palabras, bromearon y cruzaron a ambos lados de la línea divisoria en varias ocasiones cogidos de la mano, todo ello en el único punto de la demarcación donde las tropas del Norte y el Sur se ven cara a cara.
“Ha sido una decisión muy valiente por su parte el venir hasta aquí”, dijo Moon, quien también se preguntó cuándo podría devolver él esta visita a Kim y viajar al Norte, según las palabras recogidas por la cadena surcoreana KBS y la oficina presidencial de Seúl.
La esperada e histórica cumbre arrancó con una primera imagen para el recuerdo, el instante en que el líder del Norte cruzó a pie la militarizada frontera y pisó territorio surcoreano -un hecho nunca visto hasta ahora- y estrechó la mano al presidente del Sur.
Moon y Kim mantuvieron un emotivo encuentro durante el cual intercambiaron algunas palabras, bromearon y cruzaron a ambos lados de la línea divisoria en varias ocasiones cogidos de la mano, todo ello en el único punto de la demarcación donde las tropas del Norte y el Sur se ven cara a cara.
“Ha sido una decisión muy valiente por su parte el venir hasta aquí”, dijo Moon, quien también se preguntó cuándo podría devolver él esta visita a Kim y viajar al Norte, según las palabras recogidas por la cadena surcoreana KBS y la oficina presidencial de Seúl.
“Quizás
ahora es un buen momento para que vengas”, respondió Kim, y acto
seguido le llevó de la mano al lado norteño de la demarcación en un
gesto que no estaba previsto en la milimétrica planificación del
encuentro, y al que Moon accedió con naturalidad.
Muy sonriente
El
presidente surcoreano, de 65 años, se mostró muy sonriente en todo
momento, mientras que Kim, al que Moon casi dobla en edad, apareció con
un semblante más serio, aunque también hizo alarde de buen humor y
carisma en su primera gran aparición mediática en directo y seguida a
nivel mundial.
Al inicio de las reuniones formales ambos continuaron intercambiando bromas sobre cómo los lanzamientos nocturnos de misiles del Norte interrumpían el descanso de Moon, o sobre la popularidad en el Sur de la hermana del líder, Kim Yo-jong, directora de propaganda, asesora muy cercana del mariscal norcoreano y hoy también participante en la cumbre.
Kim Yo-jong, una figura clave en el deshielo intercoreano que viajó al Sur en febrero con motivo de los Juegos Olímpicos de PyeongChang y actuó de mediadora para organizar la cumbre, estuvo muy presente durante toda la jornada de hoy y se mantuvo en todo momento cerca de su hermano.
Tras replantar juntos un pino cuyas verdes agujas simbolizan “la llegada de la primavera al Norte y al Sur”, Kim y Moon dieron un paseo por un bosque próximo a Peace House, y en este bucólico escenario protagonizaron una íntima y larga conversación sentados frente a frente en sendos bancos y sin compañía de asesores.
La cercanía que quisieron escenificar ambos líderes contrasta con el período de tensión máxima que se vivía hace solo unos meses en la península corea, y que Norte y Sur quieren dejar atrás de forma definitiva con la declaración conjunta firmada al término de la cumbre.
Al inicio de las reuniones formales ambos continuaron intercambiando bromas sobre cómo los lanzamientos nocturnos de misiles del Norte interrumpían el descanso de Moon, o sobre la popularidad en el Sur de la hermana del líder, Kim Yo-jong, directora de propaganda, asesora muy cercana del mariscal norcoreano y hoy también participante en la cumbre.
Kim Yo-jong, una figura clave en el deshielo intercoreano que viajó al Sur en febrero con motivo de los Juegos Olímpicos de PyeongChang y actuó de mediadora para organizar la cumbre, estuvo muy presente durante toda la jornada de hoy y se mantuvo en todo momento cerca de su hermano.
Tras replantar juntos un pino cuyas verdes agujas simbolizan “la llegada de la primavera al Norte y al Sur”, Kim y Moon dieron un paseo por un bosque próximo a Peace House, y en este bucólico escenario protagonizaron una íntima y larga conversación sentados frente a frente en sendos bancos y sin compañía de asesores.
La cercanía que quisieron escenificar ambos líderes contrasta con el período de tensión máxima que se vivía hace solo unos meses en la península corea, y que Norte y Sur quieren dejar atrás de forma definitiva con la declaración conjunta firmada al término de la cumbre.
Kim, por su
parte, destacó que “el mundo les observa” y afirmó que lo acordado hoy
permitirá “evitar que se repitan los errores del pasado”, además de
destacar que Norte y Sur “son un mismo pueblo” y “no deben volver a
enfrentarse” sino “avanzar juntos hacia la unificación”.
Los dos líderes culminaron su maratoniana jornada con la asistencia a un banquete celebrado en Peace House, edificio situado al lado sur de la frontera donde mantuvieron sus dos rondas de encuentros.
En la cena, Kim y Moon estuvieron acompañados de sus respectivas esposas, Ri Sol-ju y Kim Jung-sook, y también contaron con la compañía de artistas del Norte y del Sur y de amplias delegaciones de alto nivel.
Los comensales disfrutaron de un menú compuesto por platos de los dos países cargados de simbolismo, entre ellos pescado a la parrilla de Busan, donde creció Moon, acompañado de patatas rosti al estilo de Suiza, donde se educó Kim, o fideos fríos típicos de Pyongyang, cuna del líder norcoreano. Antonio Hermosín..........Fuente:Diariolibre.com/EFE
Los dos líderes culminaron su maratoniana jornada con la asistencia a un banquete celebrado en Peace House, edificio situado al lado sur de la frontera donde mantuvieron sus dos rondas de encuentros.
En la cena, Kim y Moon estuvieron acompañados de sus respectivas esposas, Ri Sol-ju y Kim Jung-sook, y también contaron con la compañía de artistas del Norte y del Sur y de amplias delegaciones de alto nivel.
Los comensales disfrutaron de un menú compuesto por platos de los dos países cargados de simbolismo, entre ellos pescado a la parrilla de Busan, donde creció Moon, acompañado de patatas rosti al estilo de Suiza, donde se educó Kim, o fideos fríos típicos de Pyongyang, cuna del líder norcoreano. Antonio Hermosín..........Fuente:Diariolibre.com/EFE
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