viernes, 26 de septiembre de 2014

Francisco destituye a a obispo acusado de encubrir a sacerdote pederasta .

Ciudad del Vaticano, (EFE).- El papa Francisco prosiguió hoy su operación de limpieza en el seno de la Iglesia católica con la sustitución de un obispo paraguayo, que sigue al arresto sin precedentes de un exnuncio acusado de abusos a menores.
Mientras se conocen más detalles sobre la situación del exnuncio en República Dominicana, el polaco Josef Wesolowski, en arresto domiciliario desde el pasado martes, Francisco decidió hoy poner bajo intervención la diócesis paraguaya de Ciudad del Este, salpicada por escándalos de pederastia y cruce de acusaciones.
Francisco había enviado a dos emisarios -en julio fue el cardenal español Santos Abril y Castello- para realizar un informe de todo lo que estaba ocurriendo en la diócesis y hoy llegó la respuesta con la sustitución del obispo de Ciudad del Este, Rogelio Ricardo Livieres Plano, y el nombramiento de un administrador apostólico, Ricardo Jorge Valenzuela Ríos, obispo de Villarica.
En una nota, el Vaticano explicó que la sustitución de Livieres se produce tras un "cuidadoso examen" de las conclusiones recogidas en las diferentes visitas apostólicas.
Agregó que está "determinada por serias razones pastorales, (y) obedece al bien mayor de la unidad de la Iglesia de Ciudad del Este y de la comunión episcopal en Paraguay".
En los últimos meses, Livieres había salido en defensa del sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, acusado de pederastia en Estados Unidos en 2002 y trasladado a Canadá y después a Paraguay, adscrito a la sede hasta ahora a cargo de Livieres.
Livieres además había llamado "homosexual" al arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, cuando éste sugirió en junio pasado abrir una investigación sobre Urrutigoity.
En la nota oficial, el Vaticano invitó a toda la Iglesia de Paraguay "a un serio proceso de reconciliación y superación de cualquier sectarismo y discordia".
En Paraguay, la Nunciatura informó en un comunicado de que el relevo de Livieres -quien actualmente se encuentra en Roma- fue necesario "por falta de disponibilidad" del obispo "a presentar su propia renuncia", como le había pedido la Congregación para los Obispos.
El nuncio apostólico en Paraguay, Eliseo Ariotti, viajará a Ciudad del Este junto a Valenzuela Ríos, "a fin de asegurar la serenidad eclesial y espiritual por aquella Iglesia particular en este delicado momento" y garantizar la continuidad pastoral en la diócesis, añadió.
La mano dura de Francisco ante los escándalos de la Iglesia continuará con otros dos casos, según apuntan hoy los medios de comunicación italianos.
El propio Francisco, en su vuelo de regreso de Tierra Santa, ya aseveró que no habría "privilegios" para los religiosos acusados de estos delitos y adelantó que había tres obispos que estaban siendo investigados.
Además del exnuncio, que tendrá que afrontar un juicio en el Vaticano, los medios italianos aseguran que los otros dos prelados investigados son el obispo de Iquique, en Chile, Marco Órdenes Fernández, y el obispo auxiliar de Ayacucho, en Perú, Gabino Miranda Melgarejo.
Órdenes Fernández fue destituido por Benedicto XVI después de una denuncia por abusos sexuales a un menor, mientras que el miembro del Opus Dei Gabino Miranda fue destituido el año pasado también por acusaciones de pederastia.
En ambos casos, sólo afrontarían un proceso canónico al no ser ciudadanos vaticanos o diplomáticos, como Wesolowski.
El cardenal alemán y teólogo Walter Kasper, apreciado por Francisco, aseguró hoy en una entrevista en el diario "Corriere della Sera" que "la línea del papa es clara y no se detendrá, aún más si el culpable es un obispo".
"La Iglesia necesita purificación y renovación y tenemos que ser consecuentes", agregó Kasper.
Para el cardenal italiano Velasio de Paolis, miembro del Tribunal Supremo de la Signatura apostólica, máximo organismo judicial de la Santa Sede, la gran diferencia en el caso de Wesolowski es que antes "la Iglesia no juzgaba el delito de pederastia desde el punto de vista penal, sino disciplinario".
El arresto del arzobispo Wesolowski, destacó, "es una fuerte e inequívoca decisión política de Francisco", pues "no era suficiente la reducción al Estado laico: la Congregación para la Doctrina de la Fe no encarcela al culpable, lo deja sin castigo y por ello, se ha sumado el tribunal del Estado Vaticano". EFE

Obispo paraguayo acepta "con serenidad" su destitución por el papa
Asunción, 25 sep (EFE).- El obispo paraguayo Rogelio Livieres, que ha recibido acusaciones de irregularidades y críticas por proteger a un sacerdote sospechoso de abusos, ha aceptado "con serenidad" su cese por el papa Francisco, manifestó la diócesis que hasta hoy dirigía.
En la nota, la diócesis de Ciudad del Este admite que la Congregación para los Obispos le pidió "vivamente" a Livieres que renunciara a su cargo "por la falta de unidad en la comunión con los otros obispos de Paraguay".
Sin embargó, él se negó porque consideraba el pedido "infundado" y resultado de "un procedimiento indefinido y súbito".
Livieres, quien se encuentra en Roma, dijo que no se le permitió leer el informe de una visita apostólica a Ciudad del Este realizada por dos enviados del papa el pasado julio, y que tampoco le concedieron una audiencia papal.
La diócesis indicó que Livieres "por obediencia a la autoridad del Papa ha aceptado con serenidad y tranquilidad la decisión de ser removido del cargo".
"Cuando el Obispo sea notificado por escrito debidamente tendrán efectos legales las decisiones tomadas", añadió la declaración.
El Vaticano anunció este jueves de forma simultánea en Roma y Asunción la destitución de Livieres y el nombramiento de Jorge Valenzuela, obispo de Villarrica, como administrador apostólico de su antigua diócesis.
Valenzuela y el nuncio apostólico en Asunción, Eliseo Ariotti, viajaron hoy a Ciudad del Este para asumir el control.
El Vaticano indicó en su declaración que la decisión de destituirlo está "ponderada por serios motivos pastorales" y mira "al bien mayor de la unidad de la Iglesia de Ciudad del Este y a la comunión episcopal en Paraguay".
En una rueda de prensa en la capital paraguaya, Ariotti dijo que el papa Francisco "se ha dado cuenta de que la comunión eclesial en Paraguay está herida".
La Asociación de Laicos del departamento paraguayo de Alto Paraná acusa a Livieres de irregularidades en el seminario, lo que motivó que el Vaticano suspendiera en julio las ordenaciones allí.
Javier Miranda, uno de sus líderes, dijo a Efe que el obispo ordenó a sacerdotes con solo dos años de estudios y confirmó a niños de tan solo 10 años, lo que según él viola los reglamentos eclesiales.
También indicó que Livieres vendió bienes de la diócesis "sin que se sepa a dónde fue el dinero, nunca fue transparente".
Miranda dijo que era coordinador de catequesis de una parroquia de Ciudad del Este y que él y otros siete laicos fueron excomulgados por Livieres, quien también les prohibió ejercer cargos en la iglesia por entre tres y cinco años, según dijo.
El motivo de esas sanciones, según Miranda, es que cuestionaron la presencia en la diócesis del sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, el cual había sido acusado de abusos en Estados Unidos.
Urrutigoity, que está en Ciudad del Este desde hace nueve años, fue rector del seminario y hombre de confianza de Livieres, que lo nombró vicario general hace dos años.
El arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, sugirió en junio pasado reabrir una investigación para averiguar si son ciertas las acusaciones al argentino, a lo que Livieres respondió llamándole "homosexual" en público.
En los últimos años la diócesis de Ciudad del Este quedó dividida entre feligreses y religiosos que apoyaban al obispo, perteneciente al Opus Dei y de ideología conservadora, y los que estaban en contra de él.

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