sábado, 18 de octubre de 2008

Detener un sangrado de nariz


A veces los sangrados de nariz ocurren sin que haya ninguna lesión previa, y aunque luzcan bastante mal, es muy fácil solucionarlos. Lo importante es no perder la calma.
Respirando por la boca, dando bocanadas profundas, coloca algo de hielo (o algo frío) sobre la nariz. Eso contraerá los vasos sanguíneos rotos que provocan la hemorragia y el caudal del sangrado disminuirá notablemente. Pellizca tu nariz justo debajo del tabique. Allí hay una vena que es la fuente principal de irrigación.
Mantén presión en ese punto un buen rato, cuidando de no aflojar la presión para ver si el sangrado ha parado. En ocasiones, ello puede debilitar los coágulos que se están formando, causando que el sangrado continúe.
Busca un baño, o un lugar higiénico en el que puedas revisar si el sangrado se ha detenido.

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