CIUDAD MEXICO/Almomento.net.- La Secretaría de Marina (SEMAR) informó de que uno de
sus helicópteros Black Hawk utilizados en los operativos contra el
narcotráfico fue agredido la tarde del domingo por hombres armados
mientras volaba sobre Tamaulipas, al norte de México.
Los soldados repelieron el ataque matando a seis personas en una zona
rural a 70 kilómetros al sur de Nuevo Laredo, una ciudad en la frontera
con Estados Unidos.
El Black Hawk participaba en una misión aérea y terrestre para
localizar narcotraficantes en uno de los Estados que se ha convertido en
una de las prioridades en materia de seguridad para el Gobierno de
Enrique Peña Nieto. La tripulación avistó hombres armados mientras
volaba sobe el ejido El cuatro, en la frontera entre Nuevo León y
Tamaulipas. Al verse sorprendidos, los presuntos delincuentes abrieron
fuego contra la nave impactando siete veces, confirmó la SEMAR en un comunicado.
La Armada asegura que los marinos realizaron “disparos de
advertencia” para frenar a los presuntos criminales, pero estos
siguieron disparando contra el helicóptero. “Se repelió la agresión,
resultando seis personas muertas por parte del grupo de los agresores”,
informa la Secretaría. Los militares mostraron en un vídeo las marcas
que las balas dejaron sobre el fuselaje, incluyendo uno en el motor
derecho y en la unidad de gases de la nave. Ningún marino fue herido
durante la agresión.
Los soldados que participaron en la operación también incautaron seis armas de alto calibre y cuatro vehículos.
Tamaulipas es un Estado de 3.3 millones de personas con una fuerte
presencia de Los Zetas y el Cártel del Golfo, dos sanguinarias
organizaciones delictivas originarias de la entidad. Es uno de los
frentes que el Gobierno de Enrique Peña Nieto mantiene abierto contra la
delincuencia. En mayo de 2014 el secretario de Gobernación, Miguel
Ángel Osorio Chong, anunció el envío de tropaspara
disminuir la presencia de los cárteles. Desveló los trazos maestros de
una estrategia que disolvía las policías municipales bajo sospecha de
colaborar con los narcos. También dividió el territorio en cuatro zonas
militares bajo las órdenes de mandos del Ejército y la Marina.
A un año de su arranque, el operativo Tamaulipas ha comenzado a dar resultados a cuenta gotas.
En mayo de 2014, cuando se lanzó la ofensiva del Gobierno, se
registraron 168 homicidios dolosos, una cifra que duplicaba la media
mexicana. Este número comenzó a bajar desde entonces. Los asesinatos
pasaron a 49 en enero, 125 en febrero, 80 en marzo, 84 en abril y 58 en
mayo, la última cifra disponible en el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Las denuncias de secuestro también disminuyeron. Pasaron de 121 en
julio de 2014 a 25 en mayo de 2015. A pesar del decremento, Tamaulipas
es el Estado donde más se secuestra en México. Lleva 142 casos en lo que
va de año.
La intervención militar en Tamaulipas también ha causado que los dos
grandes cárteles se fragmenten en micro organizaciones como Los Metros y
Los Ciclones, que continúan disputándose el control de los municipios
para traficar drogas y personas. El control territorial es clave en un
Estado que tiene dos puertos, cinco aeropuertos y 17 pasos fronterizos a
Estados Unidos.
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